Sábado, 30 de Septiembre de 2017

Todo tiene su límite excepto la idiotez. Para esa no hay límites en lo humano. Película Ford Bravo.

El rostro de una mujer debe estar acuñado por su propia historia. Claudio Claudiano.

Sólo podemos curarnos del sufrimiento experimentándolo completamente.  Marcel Proust.

La actividad es el único camino que lleva al conocimiento. George Bernard Shaw.

No levantes tu libertad sobre las ruinas de otras vidas. Un hombre no puede ser libre si destruye lo que ama. Película Martín el Gaucho.

La vida no se ha hecho para comprenderla, sino para vivirla. Jorge Ruiz de Santayana.

La felicidad consiste las más de las veces en saberse engañar. Carlo Bini.

Hay que emplear mucha prudencia al formarnos nuestras opiniones y más todavía al cambiarlas. Josh Billings.

Para educar a un niño por el camino correcto, transite usted por ese camino durante un rato. Josh Billings.

La palabra verdad no se puede usar fuera de la ciencia sin abusar del lenguaje. Marcellin Berthelot.

La obstinación es la raíz del pecado. Película El increíble viaje de Mary Bryant.

La calma es la primera cualidad en un hombre de negocios. Película Hasta que llegó su hora.

El entusiasmo es un volcán en cuya cumbre no crece nunca la hierba de la indecisión. Khalil Gibran.

Cuando nos adornamos, reconocemos nuestra fealdad. Khalil Gibran.

La ternura y la amabilidad no son signos de debilidad o desesperación, sino muestras de fuerza y decisión. Khalil Gibran.

Planté mi dolor en el terreno de la paciencia y obtuve frutos de felicidad. Khalil Gibran.

El amor no conoce su hondura hasta el momento de la separación.  Khalil Gibran.

Cuando la vida nos cierra una puerta, el Universo nos abre otra mayor.  Anónimo.

Sólo cerrando las puertas detrás de uno,  se abren ventanas del porvenir.  Safo de Lesbos.

Es difícil encontrar la felicidad dentro de uno mismo, pero no es posible hallarla en ningún otro lugar. Sócrates.

Los artistas y creadores son las antenas de la humanidad. E. Pound.

Sólo vivimos para descubrir la belleza. Lo demás es una forma de espera. Kalil Gibran,

Viajamos por todo el mundo para encontrar la belleza, pero si no la sentimos dentro, no aparecerá. Emerson.

La belleza de las cosas existe en el espíritu de quien las contempla.  David Hume.

Mientras el dependiente dice: Te necesito,  El independiente dice: Elijo amarte.  Erick From.

El ser humano no es sino la evolución que se vuelve consciente de sí misma.  Aldous Huxley.

Las grandes elevaciones del alma no son posibles más que en la soledad y en el silencio. Francisco de Asís.

JOSÉ MARÍA DORIA:

  • Cuando la calidad y el desarrollo interior se reflejan en la belleza exterior, nos encontramos ente la Belleza con mayúsculas. La Belleza de una armonía global que brota de nuestro Espíritu e ilumina los contornos que la magia del artista expresa.

  • El buen gusto, la sencillez y la elegancia, no pertenecen tan sólo al puro dominio de las superficies, sino a la manifestación de un desarrollo que, en nada denota vulgaridad y apariencia, sino más bien sensibilidad y gracia.

  • El deseo crea apego y el apego es causa de sufrimiento en cuanto deja de satisfacer las habituales y, a veces sutiles, demandas. ¿Sabemos aplazar el deseo de satisfacción inmediata? ¿Estamos entrenados en la renuncia al objeto de deseo que nos libera de la esclavitud al mismo.

  • Los sistemas de relación sanos intercambian energía con el exterior y enriquecen entre sí, la propia fuente nuclear de relación. Cualquier forma de aislamiento que se prolongue en nombre del romance, tiende a ser patológica e incrementa el factor necesidad.

  • ¿Quién no se ha enfrentado a más de una pérdida a lo largo de su vida? Se dice que el tiempo lo cura todo, pero también conviene ayudarlo con un sano entrenamiento de apertura y de gestión de las necesidades personales. En este sentido, cuando una persona enfrenta la pérdida de un ser querido, conviene que interiormente se despida “para siempre” del mismo. Un ejercicio que conviene realizar por escrito, en forma por ejemplo, de una carta al Universo. El hecho de capitular en ella la biografía de las luces y de las sombras de toda la relación vivida con dicha persona y, finalizar tal epístola agradeciendo y despidiéndose para siempre, resulta terapéutico y liberador.

  • Aprender a retirar la energía de aquella persona que se ha ido y comenzar a aceptar con mayúsculas lo que hay y lo que viene, supone la manera de afrontar los duelos de nuestra vida, sabiendo en lo más profundo que ésta es un viaje en el que nos cruzamos con compañeros de camino que vienen y van.

  • Si un ser humano no dedica un espacio diario a “estar consigo mismo” y arreglar la casa interior con reflexión y silencio contemplativo, puede acabar desconectado de la raíz de la verdadera vida, con todas las futuras somatizaciones consiguientes.

  • El dolor actual resuena con otros anteriores creando una sinfonía que… puede convertirse en un verdadero infierno.

  • La manera de hallar la Fuente de amor que nunca defrauda es penetrar en los pliegues del Yo Profundo y desarrollarse integralmente, teniendo en cuenta un reciclaje sostenido en el cuerpo, las emociones, la mente y la conexión con el Espíritu.

NIKITA JRUSHCHOV (dirigente soviético durante la guerra fría):

En lugar de probar la exactitud de su política, él eligió casi únicamente el camino de la represión y de la aniquilación física, no solamente contra sus verdaderos enemigos, sino contra los individuos que no habían cometido crimen alguno contra el partido ni contra el Gobierno soviético. Sobre Iósif Stalin.

Stalin es excesivamente insolente y este defecto, que puede ser tolerado en un militante cualquiera del Partido, se transforma en un defecto inaceptable en una persona que ocupa el cargo de Secretario General. Es por esto que propongo que los camaradas vean la manera de alejar a Stalin de este cargo y de colocar allí a otro hombre, uno que, sobre todas las cosas, difiera de Stalin en lo siguiente: mayor tolerancia, más lealtad, más bondad y una actitud más considerada y un temperamento menos caprichoso, etc.

Stalin demostró en un sinnúmero de oportunidades su intolerancia, su bestialidad y su abuso del poder.

¿Y cómo es posible que una persona confiese haber realizado crímenes que no ha cometido? Sólo si se aplican métodos de tortura física que la reduce a un estado de inconsciencia, que la priva de su juicio y la despoja de su dignidad de ser humano.

Todos pueden errar pero Stalin consideraba que él nunca erraba, que él siempre tenía la razón. Nunca reconoció ante nadie que él se hubiese equivocado jamás ni en la menor cosa, a pesar del hecho de que no fueron pocos sus errores en cuanto a las actividades teóricas y prácticas.

El culto al individuo alcanzó proporciones tan monstruosas debido principalmente a Stalin.

Ansío ver el día en que un camello pueda marchar de Moscú a Vladivostok sin que lo coman por el camino los campesinos hambrientos.

Stalin llamó a todos los que no estaban de acuerdo con él como enemigos del pueblo. Dijo que ellos querían restaurar el viejo orden, y para ello, los enemigos del pueblo se habían vinculado con las fuerzas de la reacción internacional. Como resultado, cientos de miles de personas honestas perecieron. Todo el mundo vivió con miedo en esos días. Todo el mundo pensaba que en cualquier momento golpearían la puerta en mitad de la noche y que ese golpe resultaría fatal … Las personas que no le agradaban a Stalin fueron aniquiladas, miembros honestos del partido, gente intachable, trabajadores leales y a favor de nuestra causa que habían pasado por la escuela de la lucha revolucionaria bajo el liderazgo de Lenin. Esto fue una arbitrariedad absoluta y completa. ¿Y ahora todo esto debe ser perdonado y olvidado? ¡Nunca!

Cuando Kruschev pronunció su famosa denuncia contra Stalin, se cuenta que alguien del Congreso Soviético dijo: ¿y dónde estaba usted Sr. Kruschev cuando toda esa pobre gente era masacrada? Kruschev hizo una pausa, miró a su alrededor y dijo: ¿sería tan amable de ponerse de pie el hombre que ha dicho eso? El salón se llenó de tensión. Nadie se movió. Finalmente Kruschev dijo: bien, quienquiera que sea, ahora tiene la respuesta. Yo estaba exactamente en la misma posición en la que está usted ahora. Jack Kornfield.

Anónimo:

  • Entre negocio y negocio, mete algún ocio.

  • Quien se considere un escéptico hará bien en dudar, en ocasiones, de su propio escepticismo.

  • Los puestos eminentes son como las cimas de los peñascos; sólo pueden llegar a ellos las águilas y los reptiles.

  • La aventura es un paseo por tu hogar.

  • Los fallos de los cocineros se tapan con las salsas, los de los arquitectos con flores y los del médico… con tierra.

  • El extraño enseguida reconoce los defectos, los méritos mucho después.

  • El amigo es quien me socorre, no quien me compadece.

  • Lo pedí todo a fin de poder disfrutar de la vida, y se me dio la vida de manera que pudiese gozar de todo.

  • Hombre, conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a sus dioses.

  • Si crees que la enseñanza es cara, prueba con la ignorancia.

  • Los complejos de inferioridad serían estupendos si los tuvieran las personas adecuadas.

  • Solo se es poseedor de aquello de lo cual uno puede desprenderse; de lo contrario no se es poseedor, sino poseído.

  • Sonríe: esto aumenta tu valor facial.

  • El pasado te podrá servir como trampolín, nunca como sofá.

  • Buena cosa es tener amigos, pero mala el tener necesidad de ellos.

  • El matrimonio es como la muerte; pocos llegan a él preparados.

  • No debemos tomar la terquedad de nuestros prejuicios como valor para defender nuestras opiniones.

  • No todos repiten los chismes que oyen. Algunos los mejoran.

  • Eres libre de lo que has renunciado y esclavo de lo que deseas.

  • Confesamos los defectos pequeños para persuadir a los demás que no los tenemos grandes.

  • Es la valía personal moneda que tenemos que acuñar nosotros mismos pues recibe cada cual la estimación que a si mismo se concede.

  • Lo malo de ser puntual es que llega uno a un lugar y no hay nadie allí para apreciarlo.

  • Envejecer es inevitable, madurar es opcional.

  • En toda clase de bienes poseer es poca cosa; lo que hace feliz es poder gozar lo que posee.

  • El que quiere estudiar amor se queda siempre en alumno.

  • El dinero abre todas las puertas menos las del corazón.

  • Como no sabían que era imposible lo hicieron.

  • Odiar a alguien es otorgarle demasiada importancia.

  • La educación consiste en enseñar a los hombres no lo que deben pensar sino a pensar.

  • El hombre inteligente no es el que tiene muchas ideas, sino el que sabe sacar provecho de las pocas que tiene.

  • Si has tomado el camino equivocado, no sientas lastima por ti mismo; ¡da la vuelta!

  • Cuando las mujeres dicen que a su marido se les ha enfriado la pasión en realidad es que están cansados de que sus iniciativas sean constantemente rechazadas.

Francisco de Quevedo y Villegas:

  • No es dichoso aquél a quien la fortuna no puede dar más, sino aquel a quien no puede quitar nada.

  • Hay libros cortos que, para entenderlos como se merecen, se necesita una vida muy larga.

  • El que quiere en esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos en la vida.

  • Más fácilmente se añade lo que falta que se quita lo que sobra.

  • Las mentiras del corazón comienzan desde la cara.

  • Donde hay poca justicia es grave tener razón.

  • No basta saber dónde está el tesoro, hace falta trabajar y sacarlo.

  • Bien acierta quien sospecha que siempre yerra.

  • Lo mucho se vuelve poco con sólo desear otro poco más.

  • Menos mal hacen los delincuentes que un mal juez.

  • No se debe mostrar la verdad desnuda, sino en camisa.

Jacinto Benavente:

  • Mucha buena gente que sería incapaz de robarnos el dinero, nos roba sin escrúpulo alguno el tiempo que necesitamos para ganarlo.

  • Nada prende tan pronto de unas almas en otras como esa simpatía de la risa.

  • El pretexto para todas las guerras: conseguir la paz.

  • Todos creen que tener talento es cuestión de suerte; nadie piensa que la suerte pueda ser cuestión de talento.

  • El dinero no puede hacernos felices, pero es lo único que nos compensa de no serlo.

  • El amor es como Don Quijote, cuando recobra el juicio es que está para morir.

  • El amor es así, como el fuego; suelen ver antes el humo los que están fuera, que las llamas los que están dentro.

  • Sólo temo a mis enemigos cuando empiezan a tener razón.

  • Hay que ser constantes traperos en el montón de las mentiras, para encontrar de tarde en tarde alguna verdad.

  • El verdadero amor no se conoce por lo que exige, sino por lo que ofrece.

  • Poco bueno habrá hecho en su vida el que no sepa de ingratitudes.

  • Más se unen los hombres para compartir un mismo odio que un mismo amor.

  • En la pelea, se conoce al soldado; sólo en la Victoria, se conoce al caballero.

  • Lo peor que hacen los malos es obligarnos a dudar de los buenos.

  • No hay ninguna lectura peligrosa. El mal no entra nunca por la inteligencia cuando el corazón está sano.

  • La vanidad hace siempre traición a nuestra prudencia y aún a nuestro interés.

  • Siempre es más noble engañarse alguna vez que desconfiar siempre.

  • Si todos los que admiran a Shakespeare lo leyeran, ¡pobre Shakespeare! Acaso no fuese tan admirado, porque nada gana un poeta con ser leído, como nada gana un campo de flores con ser pisoteado.

  • Hay secretos que se guardan por delicadeza más que por engañar.

  • El amor propio y la vanidad nos hacen creer que nuestros vicios son virtudes, y nuestras virtudes, vicios.

  • Los amores son como los niños recién nacidos: hasta que no lloran no se sabe si viven.

  • La peor verdad sólo cuesta un gran disgusto; la mejor mentira cuesta muchos disgustos pequeños, y por fin el disgusto grande.

  • La felicidad no existe en la vida. Sólo existen momentos felices.

  • Al amor lo pintan ciego y con alas. Ciego para no ver los obstáculos y con alas para salvarlos.

  • Perdonar supone siempre un poco de olvido, un poco de desprecio y un mucho de comodidad.

  • Creedlo, para hacernos amar no debemos preguntar nunca a quien nos ama: ¿Eres feliz?, sino decirle siempre: ¡Qué feliz soy!

  • Nunca, como al morir un ser amado, necesitamos creer que existe un cielo.

  • No hay sentimiento que valga; el amor es una ocupación como otra cualquiera.

  • La ironía es una tristeza que no puede llorar y sonríe.

  • Una idea fija siempre parece una gran idea, no por ser grande, sino porque llena todo el cerebro.

  • Pensar mal para dispensarnos de hacer bien es el pesimismo de los espíritus mezquinos. Pensar mal y hacer bien es pesimismo de gran señor.

  • El que es celoso, no es nunca celoso por lo que ve; con lo que se imagina, basta.

  • Cuando no se piensa lo que se dice es cuando se dice lo que se piensa.

  • Es más fácil ser genial que tener sentido común.

  • En la vida, lo más triste, no es ser del todo desgraciado, es que nos falte muy poco para ser felices y no podamos conseguirlo.

  • A perdonar sólo se aprende en la vida cuando a nuestra vez hemos necesitado que nos perdonen mucho.

  • El mal que hacemos es siempre más triste que el mal que nos hacen.

 

 

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