Martes, 14 de Agosto de 2018

Solo existen dos días en el año en que no se puede hacer nada. Uno se llama ayer y otro mañana. Por lo tanto hoy es el día ideal para amar, crecer, hacer y principalmente vivir. Dalai Lama.

Se desea lo que gusta; se apetece lo que se necesita.  Apetecer viene de apetito, sentimiento que los hombres tienen de común con los animales.  Se desea lo que satisface a la voluntad; se apetece lo que satisface a los sentidos. Anónimo.

Las pasiones echan raíces al borde del precipicio. Anónimo.

Quién tarde aprende sabe inútilmente. Marcelino Palingenio Stellato.

Es virtud la que triunfa de la fortuna adversa, como también lo es la que hace buen uso de la favorable. L. A. Séneca.

Sólo por la resistencia que se opone a nuestro obrar nos percatamos de la realidad exterior. W. Dilthey.

Nadie pierda nada importante hasta que no pierde los nervios. Película Despacio forastero.

La prudencia guarda en seguridad a la vida, pero pocas veces la hace dichosa.  Samuel Johnson.

El yo no existe sin percepciones. D. Hume.

La filosofía es la metafísica de la Psicología. Anónimo.

Ninguno nace libre de vicios, y el hombre más perfecto es aquel que sólo tiene los pequeños. Quinto Horacio Flaco.

La virtud de los padres es una gran dote. Quinto Horacio Flaco.

Mi aparente tranquilidad es el precio de muchas angustias. Anónimo.

William Shakespeare:

  • El amor de los jóvenes no está en el corazón, sino en los ojos.

  • La juventud, aún cuando nadie la combata, halla en sí misma su propio enemigo.

  • Los viejos desconfían de la juventud porque han sido jóvenes.

H. DE BALZAC: 

  • Si los jóvenes hermosos, fuertes, llenos de vida, de ansias palpitantes, no fueran ignorantes y tímidos, la vida social sería imposible.

  • La pasión constituye todo lo humano. Sin ella, la religión, la historia, la novela, el arte serían inútiles.

  • En estas grandes crisis, el corazón se rompe o se curte.

  • ¿No están acaso nuestros sentimientos, por así decirlo, escritos en las cosas que nos rodean?

  • A todos los auténticos grandes hombres les gusta dejarse tiranizar por un ser débil.

  • La avaricia empieza donde termina la pobreza.

  • Lo que hace indisoluble a las amistades y dobla su encanto, es un sentimiento que le falta al amor, la certeza.

  • El amor verdadero, como es sabido, es implacable.

  • La ignorancia es la madre de todos los crímenes. Un crimen es, ante todo, una falta de raciocinio.

  • La vida no va sin grandes olvidos.

  • La gente termina siempre por condenar a los que acusa.

  • Tener o no tener rentas, esa es la cuestión, dijo Shakespeare.

  • En todos sitios, antes de juzgar a un hombre, la gente escucha lo que de él piensa su mujer.

  • Entre los tontos el vacío se parece a la profundidad. Para el que es vulgar, la profundidad es incomprensible. De ahí viene quizás la admiración del pueblo por todo aquello que no comprende.

  • La policía y los jesuitas tienen la virtud de no abandonar jamás ni a sus enemigos ni a sus amigos.

  • Los hombres superiores son los únicos que saben amar.

  • El amor no es sólo un sentimiento. Es también un arte.

  • El glotón es el sujeto menos estimable de la gastronomía, porque ignora su principio elemental: ¡El arte sublime de masticar!

  • Los seres más sensibles no son siempre los seres más sensatos.

  • El amor es la poesía de los sentidos.

  • Elegancia es la ciencia de no hacer nada igual que los demás, pareciendo que se hace todo de la misma manera que ellos.

  • Un efecto esencial de la elegancia es ocultar sus medios.

  • Es más fácil quedar bien como amante que como marido; porque es más fácil ser oportuno e ingenioso de vez en cuando que todos los días.

  • El arte nace en el cerebro y no en el corazón.

  • La mujer se burla de los hombres como quiere, cuando quiere y mientras quiere.

  • La resignación es un suicidio cotidiano.

  • La igualdad tal vez sea un derecho, pero no hay poder humano que alcance jamás a convertirla en hecho.

  • La elegancia no consiste tanto en el traje como en el modo de llevarlo.

  • La gloria es el Sol de la muerte.

  • El tiempo es el único capital de las personas que no tienen más que su inteligencia por fortuna.

  • Si el amor es la primera entre las pasiones es porque halaga a todas las demás.

  • El que puede gobernar a una mujer, puede gobernar una nación.

  • El matrimonio debe combatir sin tregua un monstruo que todo lo devora: la costumbre.

  • La gloria es un veneno que hay que tomar en pequeñas dosis.

  • El matrimonio es un combate a ultranza, antes del cual los esposos piden la bendición de Dios, porque amarse para siempre es la más temeraria de las empresas.

  • Hay que dejar la vanidad a los que no tienen otra cosa que exhibir.

  • El bruto se cubre; el rico se adorna; el fatuo se disfraza; el elegante se viste.

  • El matrimonio une de por vida a dos seres que no se conocen.

  • La bravura de que muchos hacen alarde es un hábil cálculo sobre el miedo que domina a sus adversarios.

  • Nuestros órganos son los ministros de nuestros placeres.

  • El primer impulso es la voz de la naturaleza, el segundo, la voz de la sociedad.

  • El amor es un poema enteramente personal.

  • Al lado de la necesidad de definir se encuentra el peligro de embrollarse.

  • El instinto de la mujer equivale a la sagacidad de los grandes hombres.

  • Muchos animales son cristianos para compensar la cantidad de cristianos que son animales.

  • En el naufragio de la borrachera el amor propio es el único sentimiento que consigue mantenerse a flote.

  • El dolor ennoblece incluso a las personas más vulgares.

  • Gente hay que tiene sus ideas por originales como si nadie las hubiese tenido antes, como si el mundo estuviera recién terminado y el hombre aún no hubiese tenido tiempo de pensar.

  • El amor es la eterna historia del juguete que los hombres creen recibir y del tesoro que las mujeres creen dar.

  • El descortés es como un leproso del mundo distinguido.

  • Los trajes están hechos para poder enseñarlo todo y no dejar ver absolutamente nada.

  • La burocracia es un mecanismo gigante operado por pigmeos.

  • El amor crea en la mujer, una mujer nueva; la de la víspera ya no existe al día siguiente.

  • No se es amigo de una mujer cuando se puede ser su amante.

  • Es necesario ser casi un genio para ser un buen marido.

  • Una mujer virtuosa tiene en el corazón una fibra de menos o una de más que las otras mujeres: o es estúpida o es sublime.

  • Los Gobiernos pasan, las sociedades mueren, la policía es eterna.

  • La necesidad es a menudo la espuela para el genio.

  • No escuchar al que nos habla, no sólo es falta de cortesía, sino también menosprecio. Atiende siempre al que te hable; en el trato social nada hay tan productivo como la limosna de la atención.

  • Estar celoso es el súmmum del egoísmo, es el amor propio en defecto, es la irritación de una falsa vanidad.

  • La mujer es la reina del mundo y la esclava de un deseo.

  • Un libro hermoso es una victoria ganada en todos los campos de batalla del pensamiento humano.

  • El periódico es una tienda en que se venden al público las palabras del mismo color que las quiere.

  • La posesión del poder, por inmenso que sea, no da la ciencia de poder utilizarlo.

  • El periodismo es una inmensa catapulta puesta en movimiento por pequeños odios.

  • La ignorancia es la madre de todos los crímenes.

  • Instruida, la virtud calcula tan bien como el vicio.

  • Las leyes son como las telas de araña, a través de las cuales pasan libremente las moscas grandes y quedan enredadas las pequeñas.

  • Todo poder es una conspiración permanente.

  • El anciano es un hombre que ya ha comido y observa cómo comen los demás.

  • Quien sabe gobernar a una mujer sabe gobernar un estado.

  • No existe el hombre que haya podido descubrir el medio de dar un consejo de amigo a una mujer, ni siquiera a la suya.

  • Los que no tienen hijos ignoran muchos placeres, pero también se evitan muchos dolores.

  • La ingratitud proviene, tal vez, de la imposibilidad de pagar.

FRANCIS BACON:

  • Quien se propone ser caritativo después de muerto es, mirándolo bien, generoso con los bienes de los demás, no con los propios.

  • La historia hace a los hombres sabios; la poesía, ingeniosos; las matemáticas, sutiles; la filosofía natural, profundos; la moral, graves; la lógica y la retórica, hábiles para la lucha.

  • La causa final, como una virgen a Dios consagrada, nada alumbra.

  • Debemos mucho a Maquiavelo y a quienes nos han mostrado lo que los hombres hacen, y no lo que deberían hacer.

  • Sólo obedeciéndola se doblega a la naturaleza.

  • La venganza es una especie de justicia salvaje.

  • La prosperidad no existe sin temores ni disgustos, ni la adversidad sin consuelos y esperanzas.

  • Es un extraño propósito perseguir el poder y perder la libertad.

  • Un poco de filosofía inclina la mente del hombre al ateísmo; pero profundizar en la filosofía la conduce a la religión.

  • Escoger el momento es ahorrar tiempo.

  • El conocimiento mismo es poder.

  • La esperanza es un buen desayuno, pero una mala cena.

  • La poesía le da a la humanidad lo que la historia le niega.

  • Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar es un idiota; quien no osa pensar es un cobarde.

  • Si empieza uno con certezas acabará con dudas; pero si se conforma en comenzar con dudas, conseguirá terminar con certezas.

  • Un joven en años puede ser viejo en horas, si no ha perdido el tiempo.

  • Algunos libros son probados, otros devorados, poquísimos masticados y digeridos.

  • Vengándose, uno se iguala a su enemigo; perdonándolo, se muestra superior a él.

  • Nada se sabe bien sino por medio de la experiencia.

  • La amistad duplica las alegrías y divide las angustias por la mitad.

  • Un hombre no es sino lo que sabe.

  • La verdad es hija del tiempo, no de la autoridad.

  • Es muy difícil hacer compatibles la política y la moral.

  • La historia es la ciencia de los hechos.

  • Pensamos según nuestra naturaleza, hablamos conforme a las reglas y obramos de acuerdo con la costumbre.

  • El argumento se asemeja al disparo de una ballesta, es igual de efectivo dirigido a un gigante que a un enano.

  • Los filósofos hacen leyes imaginarias para sociedades imaginarias, y sus discursos son como las estrellas, que dan poca luz por la altura a la que se encuentran.

  • Un hombre sabio se procurará más oportunidades de las que se le presentan.

  • Pues el conocimiento, también, es en sí mismo un poder.

  • No leas para contradecir o refutar ni para creer o dar por bueno, ni para buscar materia de conversación o de discurso, sino para considerar y ponderar lo que lees.

  • La envidia es el gusano roedor del mérito y de la gloria.

  • En materia de gobierno todo cambio es sospechoso, aunque sea para mejorar.

  • El tiempo es la medida de los negocios, como el dinero lo es de las mercancías.

  • La cabeza de muchas personas de alta estatura se parece a las casas; es decir, que el piso más alto es el peor amueblado.

  • Vieja madera para arder, viejo vino para beber, viejos amigos en quien confiar, y viejos autores para leer.

  • El dinero es como el estiércol: no es bueno a no ser que se esparza.

  • El respeto a sí mismo es, después de la religión, el freno principal de todos los vicios.

  • Las casas han sido construidas para habitarlas, no para contemplarlas.

  • El disimulo es una sabiduría abreviada.

  • Los viajes son en la juventud una parte de educación y, en la vejez, una parte de experiencia.

  • La felicidad de los grandes consiste no en sentirse felices, sino en comprender cuan felices piensan otros que han de ser ellos.

  • Es triste condición tener pocas cosas que desear y muchas cosas que temer, y, sin embargo, tal suele ser el caso de los reyes.

  • Soy de la opinión de aquel que dijo: Mejor es vivir allí donde no hay ley de ninguna clase, que donde todo está reglamentado.

  • Los buenos modales equivalen a una traducción de la virtud en lengua vulgar.

  • Pide prudente consejo a los dos tiempos: al antiguo, sobre lo que es mejor; al moderno, sobre lo que es más oportuno.

  • Hay muchos medios de hacerse rico, pero muy pocos de hacerlo con honradez; la economía es uno de los más seguros, a pesar de que tampoco es del todo inocente, porque resta una parte a la caridad.

  • Los ensayos son meditaciones dispersas.

  • Quien posee mujer e hijos ha entregado rehenes a la fortuna.

  • La discreción en las palabras vale más que la elocuencia.

  • Sin la amistad, el mundo es un desierto.

  • He preferido estudiar los libros que a los hombres.

  • En lo que acción se refiere, el hombre no puede hacer otra cosa que aproximar o separar los cuerpos naturales; lo demás lo realiza la naturaleza.

  • El requisito del éxito es la prontitud en las decisiones.

  • La discreción es una virtud, sin la cual dejan las otras de serlo.

  • Una persona que quiere venganza guarda sus heridas abiertas.

  • La bajeza más vergonzosa es la adulación.

 

 

 

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