Lunes, 23 de Julio de 2018

No soy tan tonto como para dar consejos sobre lo que yo sé. Película La maravillosa aventura de Ernest Bliss.

No eres la charla que oyes en tu cabeza. Eres el ser que escucha esa charla.  J. Krishnamurti.

Madurar para el sufrimiento y la muerte es la tarea de la vejez. Entusiasmarse, vibrar, excitarse, es el talante de la juventud.  Una y otra pueden estimarse mutuamente y hacer amistad, pero hablan lenguajes diferentes. Hermann Hess.

Convertirse en dios es solamente ser libre en esta tierra, no servir a un ser inmortal. Es sobre todo, por supuesto, sacar todas las consecuencias de esta dolorosa independencia. Si Dios existe, todo depende de él y contra su voluntad nada podemos. Si no existe, todo depende de nosotros. Albert Camus.

El incremento de conciencia [moral] viene a ser proporcional a la pérdida de la capacidad vital [la conciencia [moral] no sólo es la enfermedad del hombre civilizado, sino que mata la vida].  Dostoyevski,

La vida es una lucha  sin cuartel pero debe ser maravilloso vivir ignorándolo. Película El trompetista.

La confianza siempre es relativa. Película El trompetista.

La gente consume la mitad de su vida buscando seguridad, usted ha resuelto ese problema tocando la trompeta. Película El trompetista.

Se necesita un gran conocimiento sólo para darse cuenta de la enormidad de la propia ignorancia. Thomas Sowell.

Nunca te quejes de nada ni de nadie, porque fundamentalmente tú has hecho tu vida. Pablo Neruda.

El sentimiento colma las lagunas de la ignorancia. E. Godin. 

HUMILDAD:

  • La humildad es una virtud tan práctica, que los hombres se figuran que debe ser un vicio. Gilbert Keith Chesterton.

  • La humildad de los hipócritas es el más grande y el más altanero de los orgullos. Martin Lutero.

  • Cuando no hay humildad, las personas se degradan. Agatha Christie.

  • La verdadera humildad consiste en estar satisfecho. Henry F. Amiel.

  • Quiero vivir y morir en el ejército de los humildes, uniendo mis oraciones a las suyas, con la santa libertad del obediente. Miguel de Unamuno.

  • Apocarse es virtud, poder y humildad; dejarse apocar es vileza y delito. Francisco de Quevedo.

  • Anhelo realizar obras grandes nobles, pero mi principal tarea y mi jubilo es realizar obras humildes como si fueran grandes y nobles. Helen Keller.

  • Cuánto más alto estemos situados, más humildes debemos ser. Marco Tulio Cicerón.

  • Cuanto más grandes somos en humildad, tanto más cerca estamos de la grandeza. Rabindranath Tagore.

  • Después de las derrotas y las cruces, los hombres se vuelven más sabios y más humildes. Benjamín Franklin.

  • Donde hay soberbia, allí habrá ignorancia; mas donde hay humildad, habrá sabiduría. Salomón.

  • El que con perspicacia reconoce la limitación de sus facultades, está muy cerca de llegar a la perfección. Johann Wolfgang von Goethe.

  • El que tiene miedo de la pobreza no es digno de ser rico.

  • El orgulloso quiere hacer más, el humilde quiere obedecer más. Anónimo.

  • Ensalza lo humilde, multiplica lo poco, recompensa la injuria con bondad, corta el problema en su brote y siembra lo grande en lo pequeño. Lao Tsé.

  • Estoy convencido que la primera prueba de un gran hombre consiste en la humildad. John Ruskin.

  • Humildad es andar en la verdad. Santa Teresa de Ávila.

  • La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Anónimo.

  • La humildad es algo muy extraño. En el momento mismo en el que creemos tenerla ya la hemos perdido. Agustín de Hipona.

  • La humildad es el hilo con el que se encadena la gloria. Proverbio árabe.

  • La humildad es la llave de la sabiduría. San Beda.

  • La humildad, necesaria para amar. Cuanto más vacíos estamos de la hinchazón de la soberbia más llenos estamos de amor. Agustín de Hipona.

  • La humildad no consiste en pensar que eres poca cosa, sino en no pensar en ti. Andrew Murray

  • La humildad tiene dos polos: lo verdadero y lo bello. Víctor Hugo.

  • Más vale un poco de estudio de humildad y un acto de ella que toda la ciencia del mundo. Santa Edith Stein.

  • Nada es tan bajo y vil como ser altivo con el humilde. Lucio Anneo Séneca.

  • Para llegar al conocimiento de la verdad hay muchos caminos: el primero es la humildad, el segundo es la humildad, el tercero es la humildad. Agustín de Hipona.

  • Sé humilde si quieres obtener la sabiduría. Sé más humilde aún cuando la hayas adquirido. H.

  • Ser humilde para con los superiores es un deber; para los iguales, una muestra de cortesía, para los inferiores, una prueba de nobleza. Benjamín Franklin.

  • Si ahora no eres humilde recibiendo, el día de mañana no serás generoso dando. Anónimo.

  • Cuanto más grandes somos en humildad, tanto más cerca estamos de la grandeza. Rabindranath Tagore

  • Debemos ser modestos recordando que los demás son inferiores a nosotros. Oscar Wilde

  • Los ríos más profundos son siempre los más silenciosos. Quinto Curcio

  • Saber llorar es la sabiduría de la sencillez. Miguel de Unamuno. 

RALPH WALDO EMERSON:

  • La primera riqueza es la salud.

  • Si no llevamos la poesía y la belleza en nosotros mismos, es inútil que recorramos el mundo. En ningún sitio las encontraremos.

  • Lo que eres habla tan alto que no puedo oír lo que dices.

  • En la confianza en uno mismo están comprendidas todas las virtudes.

  • La alegría, cuanto más se gasta más queda.

  • A la manera que el río hace sus propias riberas, así toda idea legítima hace sus propios caminos y conductos.

  • Todo héroe se aburre al final de su carrera.

  • El lenguaje es poesía fósil.

  • El buen lector es el que hace el libro bueno.

  • Emplea el lenguaje que quieras y nunca podrás expresar sino lo que eres.

  • Las buenas formas están hechas de sacrificios insignificantes.

  • En cuanto hay vida, hay peligro.

  • No es la belleza lo que inspira la más profunda pasión. La belleza sin gracia es el anzuelo sin cebo. La belleza sin expresión cansa.

  • La diferencia entre paisaje y paisaje es poca, pero hay una gran diferencia ente los que lo miran.

  • El hombre debiera aprender a mantenerse ecuánime. Con el fuego de la ira, a sus inferiores los hace superiores a sí mismo.

  • Primero los hombres construyen las casas, pero luego las casas construyen a los hombres.

  • Lo que queda detrás nuestro y lo que se extiende ante nosotros son pequeñeces comparado con lo que existe dentro de nosotros.

  • Haciendo lo que tememos disolvemos nuestro temor.

  • Cuando está oscuro, vemos las estrellas.

  • Sin entusiasmo nunca se consiguió nada grande.

  • Los hombres superficiales creen en la suerte. Los hombres fuertes creen en la causa y el efecto.

  • Las más bellas y mejores cosas de ese mundo no pueden ser vistas, ni siquiera tocadas, deben ser sentidas con el corazón.

  • A los treinta años, e incluso antes, los hombres y las mujeres han perdido toda su vivacidad y su entusiasmo, y si fracasan en sus primeras empresas abandonan la partida.

  • El miedo siempre viene de la ignorancia.

  • Ser grande es ser incomprendido.

  • Una institución es la sombra alargada de un hombre.

  • América es un país de hombres jóvenes.

  • Odio las citas… La vida misma se convierte en una cita.

  • La única manera de poseer un amigo es serlo.

  • Grabad esto en vuestro corazón: cada día es el mejor del año.

  • Las coherencias tontas son la obsesión de las mentes ruines.

  • Los años enseñan muchas cosas que los días jamás llegan a conocer.

  • En toda obra de genio reconocemos nuestros pensamientos rechazados.

  • La confianza en sí mismo es el primer secreto del éxito.

  • El destino del genio es ser un incomprendido, pero no todo incomprendido es un genio.

  • No ha aprendido las lecciones de la vida quien diariamente no ha vencido algún temor.

  • Lo que más necesitamos es una persona que nos obligue a hacer lo que sabemos.

  • El hombre grande es aquel que en medio de las muchedumbres mantiene, con perfecta dulzura, la independencia de la soledad.

  • Todo poder humano se forma de paciencia y de tiempo.

  • Cuando envejecemos, la belleza se convierte en cualidad interior.

  • Seamos con los hombres como con los cuadros, a los que tratamos siempre de dar una luz favorable.

  • Llamamos destino a todo cuanto limita nuestro poder.

  • Lo que llamamos en otros pecado, consideramos en nosotros como experiencia.

  • Nunca hagas aquello por lo que no quieres que se te conozca.

 Thomas Carlyle:

  • ¡El misterio! Sí, un misterio profundo nos envuelve. Cuanta más luz, más misterio.

  • Aquel que no puede guardar sus pensamientos dentro de sí nunca llevará a cabo grandes cosas.

  • De nada le sirve al hombre lamentarse de los tiempos en que vive, pero siempre le es posible mejorarlos.

  • El hombre hace menos de lo que debería, a menos que haga todo lo que puede.

  • El ideal está en ti; el obstáculo para su cumplimiento también.

  • Escrito está que el fin del hombre es la acción y no el pensamiento.

  • Hablar es el arte de sofocar e interrumpir el pensamiento.

  • La educación y la cortesía abren todas las puertas.

  • La experiencia es el mejor de los maestros, sólo que la matrícula es muy pesada.

  • No pienses nunca mal de nadie. Pensar mal es la mejor manera de que las buenas obras de los demás no te sirvan de edificación.

  • Puede considerarse bienaventurado y no pedir mayor felicidad el hombre que ha encontrado su trabajo.

  • Puede ser un héroe tanto el que triunfa como el que sucumbe, pero jamás el que abandona el combate.

  • Si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, solo será cuestión de recoger sus frutos.

  • Un gran hombre demuestra su grandeza por la forma en que trata a los pequeños.

  • Una verdadera pintura del más pequeño hombre es capaz de interesar al hombre más grande.

Película El derecho de nacer:

  • Mi madre no la puedo describir con palabras sino con latidos de mi corazón.

  • Dime una cosa Melita, si yo fuera un hombre modesto que no tuviese más patrimonio que mi fe en el porvenir y el deseo de elevarme por mi propio esfuerzo ¿me querrías lo mismo?

  • Creí que cuando una mujer quiere a un hombre el cariño es como un torrente que salva todos los obstáculos.

  • Los ojos de las madres empiezan a llorar cuando nuestros hijos crecen y se enamoran.

 

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