La terapia para Erich Fromm

Ercih Fromm

 

CONSIDERACIONES PARA LA TERAPIA INDIVIDUAL:

Muchas de las cosas que Freud atribuyó a lo biológico, son para Fromm de origen cultural, es decir, puso de manifiesto la importancia del factor social en la psicología humana, y no tanto la importancia de los factores sexuales.

El análisis debe buscar, no las situaciones traumáticas sexuales, sino las de soledad y poner de manifiesto las formas torcidas y los mecanismos de evasión que el paciente emplea para relacionarse con el mundo y consigo mismo.  Es decir, debe buscar las formas negativas que el individuo emplea para eludir la soledad.

Derivadas de la teoría de la soledad, surgen nuevas interpretaciones al masoquismo, sadismo y al narcisismo.

Muchos trastornos son consecuencia, según Fromm, del estrangulamiento de las potencialidades del ser, por lo tanto, la cura se lograría cuando la terapia permita el desarrollo de esas potencialidades.  En la terapia se debe lograr que el sujeto ame y trabaje productivamente.  En última instancia, la terapia de Fromm reemplaza lo reprimido, no por lo liberado, sino por las potencialidades del cliente.

Respecto al terapeuta, considera que éste necesita ciertos juicios de valor.  Freud establecía que el analista debía evitar cualquier condenación al paciente.  Fromm, en líneas generales, está de acuerdo, pero cree que las ideas del terapeuta sobre lo que es bueno y malo, deben jugar algún papel en la terapia.   Finalmente, aconseja, que el terapeuta debe estar alerta para no constituirse en un poder autoritario e irracional.

CONSIDERACIONES PARA UNA TERAPIA SOCIAL:

Para Fromm la enajenación y la automatización del siglo XX conducen a desequilibrios mentales cada vez más marcados.  ‘La vida no tiene sentido, no hay alegría, ni fe, ni realidad.  Todo el mundo dice que es feliz, salvo que no siente, ni razona, ni ama.  El problema del siglo XIX fue que Dios había muerto.  El del siglo XX es que ha muerto el hombre.  El peligro del pasado estaba en que los hombres se convirtieron en esclavos, el de hoy en que se conviertan en robots (autómatas).  No se revelan los autómatas, pero dada la naturaleza del hombre, los autómatas no pueden vivir cuerdos.  Se convierten en fuerzas que destruirán su mundo y así mismos porque no se puede resistir el tedio de una vida sin sentido’.

Si nuestros peligros son la guerra y el robotismo hay que tratar de salir de la rutina de la que nos movemos y avanzar en la autorrealización de la humanidad.  El primer paso es abolir la amenaza de la guerra que paraliza la fe en el futuro y la iniciativa. Se requiere una participación activa y un proporcional reparto de la riqueza.  Todo esto apunta hacia formas de gobierno universal y al pleno desarrollo humano.

Sostiene que debe conservarse el método industrial, pero que se debe descentralizar el trabajo y el Estado hasta el punto mínimo que requieren las industrias. Que en la esfera industrial se llegue a la codirección de todos los que trabajan en la empresa y permitir su participación activa y responsable.  Que en la esfera política se llegue al retorno de las asambleas locales…  Que culturalmente, se debe combinar la educación de los jóvenes con la educación de los adultos y desarrollar un nuevo sistema de arte popular.  ‘Nuestra única alternativa para el peligro del ‘robotismo’ es el comunitarismo humanista’.

El hombre tiene que ser restablecido en su sociedad, no siendo nunca un medio sino un fin, no siendo nunca una cosa usada por los demás ni por el mismo.  El capital debe servir al hombre poniéndose al servicio del trabajo.  Los dispositivos sociales deben tener a su servicio una orientación productora de hombres libres.

Autor: Elías Real Otsoa.