La inteligencia como garantía de moralidad

Inteligencia1

Si estamos libres espontáneamente del espíritu posesivo, adquisitivo -y esto necesita un profundo discernimiento-, entonces hay inteligencia, la cual es el guardián de la verdadera moralidad.  Si usted comprendiera la actual falsa moralidad con su crueldad sutil, entonces habría verdadera inteligencia.  Sólo esa inteligencia es garantía de moralidad bondadosa, inclusiva y exenta de temor (13).

¿Qué es la moralidad actual?  Cuando uno comprende a fondo el significado de la moralidad existente y se libera de sus interesadas y egoístas limitaciones, entonces hay inteligencia, la cual es auténticamente moral.  ¿Cómo puede haber verdadera moralidad, si los gobiernos de todo el mundo y también las iglesias, honran a esas personas que son las expresiones supremas de la codicia?  Toda esta estructura de moralidad es sostenida por ustedes; en consecuencia, sólo mediante el propio pensar [correcto] y actuar [que no reacción] podrán transformarla radicalmente y dar origen a la verdadera moralidad, a la verdadera inteligencia (13).

Cuando uno comprende a fondo el significado de la moralidad existente y se libera de sus interesadas y egoístas limitaciones, entonces hay inteligencia, la cual es auténticamente moral (13).

Lo importante es entrar en conflicto con las tradiciones y los valores de la sociedad y la religión en la que están presos, y no escapar intelectualmente por medio de un ideal.  Cuando comiencen a cuestionar estos valores, despertaran la verdadera inteligencia; esta inteligencia es lo único que puede resolver los innumerables problemas humanos (13).

Hasta hoy se ha dicho que Dios existe, que existe la verdad, que hay algo absoluto, final, eterno, y sobre esa aseveración hemos construido nuestro pensamiento y nuestra emoción, nuestra vida, nuestra moralidad.  Se ha dicho: ‘actúa de esta manera, sigue aquello, no hagas esto’.  La mayoría considera que tales enseñanzas son positivas.  Si examinan estas enseñanzas llamadas positivas, descubrirán que son destructivas de la inteligencia, porque se convierten en la estructura dentro de la cual la mente se limita a sí misma, imitando y copiando, tornándose incapaz de ajustarse al movimiento de la vida (14).