Mirada

Los movimientos de los ojos realizan varias funciones importantes en la interacción social.  Existen razones especificas para mirar a los ojos.  Probablemente haya un interés innato por los ojos, ya que estos proporcionan una información crucial sobre el lugar donde el otro está mirando, y el área de los ojos es extremadamente expresiva.

La pauta normal de la mirada: cuando las personas entablan conversación se miran a los ojos de forma intermitente.  La dirección de la mirada está relacionada con la pauta del lenguaje.  Las personas cuando hablan miran aproximadamente el doble que cuando escuchan.  La mirada se utiliza principalmente para obtener información.  Las personas miran mientras escuchan para obtener una información visual que complete la información auditiva.  También miran mientras hablan para obtener feed-back sobre las reacciones de la persona ya que la expresión facial es una de las más importantes fuentes de retroalimentación.

La mirada como señal o técnica social: cuando A mira a B, transmite a éste información de varias clases y puede considerarse como un tipo de señal.  Puede enviar una señal de una forma consciente o no pero, es probable que el receptor actúe según ella.  El significado de esas señales depende de la expresión facial, de la secuencia de interacción y de la situación en que se encuentran.

Las bases motivacionales de la mirada: todo lo dicho hasta ahora de la ‘mirada’ tiene que ver con el flujo de información que es necesario para ejecutar habilidades sociales.  Además de esto, la mirada se ve afectada por motivaciones más básicas, la más importante es que es ser mirado puede ser gratificante o desagradable, según sea.  Si las miradas no resultan excesivamente largas resultan agradables, pero si son demasiado largas pueden resultar desagradables, bien por que generan niveles desagradablemente elevados de excitación fisiológica o bien por que lleven un significado especial.  De nuevo se produce aquí el conflicto aproximación-evitación.

Diferencias individuales en la mirada: existen grandes diferencias entre los individuos en la cantidad de mirada que emplean habitualmente y en la forma que lo hacen.  Los extrovertidos miran más y emplean miradas más prolongadas que los introvertidos.  Las personas con gran necesidad de afiliación miran más, pero sólo cuando la situación es amistosa o cooperativa.  Las personas que piensan de manera abstracta miran más que los que lo hacen de una manera más concreta.

DESEQUILIBRIOS:

  • Inseguridad y miedo al rechazo, que llevan a evitar el contacto con otras personas y las relaciones positivas.
  • El ‘masoquismo narcisista’, síndrome de quién sufre ansiedad al exponerse a la mirada de los demás y se ‘machaca’ con dietas draconianas y ejercicios extenuantes.
  • Trastornos graves: la depresión, la anorexia y la bulimia, e incluso la dismorfofobia, que ocurre cuando el afectado cree tener deformaciones corporales.

CONTROL DE LA MIRADA:

  • Área de negocios: se concentra en el entrecejo y trasmite seriedad.
  • Área social: se concentra en la nariz y se utiliza, casi sin saberlo, cuando hablamos con alguien por primera vez.
  • Área íntima: se concentra en el cuello.  Reservada a personas que tienen confianza entre sí, siempre que no flirteen.

EL GALANTEO:

  • Las líneas flácidas de los ojos dejan de serlo.
  • Las ojeras desaparecen.
  • La mirada brilla.
  • El labio inferior se hace más pronunciado.
  • La mujer juguetea con el pelo; el hombre con la corbata.

FRASES:

  • ‘El alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada’. Gustavo Adolfo Bécquer.
  • ‘En las palabras se refleja el talento, y en las miradas el alma’. Simone de Beauvoir.
  • ‘Las palabras están llenas de falsedad o de arte; la mirada es el lenguaje del corazón’.  W. Shakespeare.