Las dificultades de actuación se produce cuando una habilidad se halla insuficientemente desarrollada para enfrentarse a las exigencias planteadas sobre el individuo, que pueden ser de tipo físico, mental o una combinación de ambas.
Una habilidad sólo se aprende adecuadamente si es interiorizada y puede realizarse automáticamente sin necesidad de pensar en ella.
Sólo se pueden aprender las habilidades que hayan sido especificadas con exactitud y si se han aprendido las sub-habilidades mediante una serie de pasos lógicos y analíticos. Esto requerirá práctica y un análisis de la misma, junto con un autorrefuerzo por cada intento en la práctica.
Al principio puede parecer que los procedimientos son bastante mecánicos y que exigen un tiempo excesivo. Esto es inevitable en la fase de adquisición. Una vez que hayamos interiorizado cualquier programa se convertirá en parte natural y fácilmente impresa en nuestro repertorio de comportamientos
Práctica constante: el desarrollo de cualquier habilidad está directamente relacionado con la insistencia con que se la practique. Es mucho mejor practicar poco y a menudo que pasarse varios días sin hacer nada y embarcarse después con una sensación de culpabilidad, en un largo periodo de práctica, puesto que entonces ‘crearemos hábito’ con excesiva rapidez. Si practicamos poco, con frecuencia y regularidad aprenderemos con mucha mayor facilidad.
Frases:
‘El principio es la mitad del todo’. Pitágoras de Samos.
‘La habilidad es lo que permite hacer ciertas cosas; la motivación determina lo que se hace y la actitud cuán bien se hace’. Lou Holtz.
‘Cuando nuestras actitudes superan nuestras habilidades, aún lo imposible se hace posible’. John Maxwell.
‘Dime algo y lo olvidaré, enséñame algo y lo recordaré, hazme participe de algo y lo aprenderé’. Confucio.
‘Para algunas cosas disponemos de un talento natural; otras hay que aprenderlas. Algunas cosas, sencillamente, somos incapaces de hacerlas’. Sidney Lumet.