Valores2

VALORES DE UN LÍDER:

ASERTIVIDAD:

  • La asertividad es la capacidad de afirmar los propios derechos sin dejarse manipular y sin manipular a los demás.  Decir las cosas sin enojarnos, irritarnos o levantar la voz; pero con claridad.
  • En la escuela no nos han enseñado a ser asertivos y cuando salimos de la escuela somos como el monarca que describió Pascal, ‘rodeado de gente que sólo piensa en divertir a su soberano y en impedirle que piense en sí mismo’.
  • La aserción en el trabajo abarca cinco áreas básicas:
    • Decisión y orientación activa: piensa en tus metas, los pasos necesarios para conseguirlas y cómo utilizar tu talento al máximo potenciando tus habilidades.
    • Capacidad: a veces no se dominan las herramientas necesarias. Acaba con los malos hábitos, aplica la disciplina y mejora tu capacidad de concentración.
    • Control de ansiedades y temores: las reacciones emocionales inadecuadas interfieren en el trabajo. Las tensiones producen fatiga, irritabilidad y juicios erróneos.  El miedo a una situación determinada puede llevarte al autosabotaje: ponerte la zancadilla a ti mismo para no asumir riesgos.
    • Buenas relaciones interpersonales: debes ser capaz de relacionarte con tus superiores, iguales y subordinados con la misma naturalidad, presentar demandas y pedir favores y decir no cuando sea necesario.
    • Arte para negociar: si conoces cómo funciona la sociedad laboral y dominas las artes que te permiten trabajar eficazmente, podrás alcanzar antes tus metas particulares (salario, contrato, tiempo libre, etc.).

AUTENTICIDAD:

  • Ser auténtico es ser veraz y honesto con uno mismo y con los otros. Pero eso no tiene por qué ser suficiente: hay ciertos requisitos, sin los que el concepto de autenticidad personal sería una cáscara vacía, definida ambiguamente y mal entendida. Aunque la autenticidad personal es en principio deseable, si faltasen ciertos elementos podría ir de hecho en detrimento de las relaciones interpersonales y el funcionamiento de la sociedad. Esos componentes necesarios de la autenticidad incluyen la conciencia, el análisis imparcial y el conocimiento preciso de uno mismo, el juicio reflexivo, la responsabilidad e integridad personal, el ser genuino y humilde, la empatía por el otro y el conocimiento de éste, así como la utilización óptima de las reacciones de los otros. Esos componentes tienen también que integrar la necesidad de limitar y ajustar la autenticidad de uno, dependiendo de la situación. Cualquier medida de autenticidad real no implica expresar el yo más íntimo, con todo su rango de emociones y cambios, en cualquier situación. En este contexto, ser consciente del momento presente, sin sesgos, tiene gran importancia, ya que mejora la claridad del diálogo interior y disminuye la implicación del ego. Pero, aún con todo ese rango de variables a considerar y con todas las precauciones tomadas, sería casi imposible tener en cuenta todas las incógnitas. Es importante considerar cómo las expresiones auténticas de uno, por muy cautas que sean, serían percibidas e interpretadas por otros. La regla de oro de tratar a los demás como a uno le gustaría ser tratado es esencial y puede ser tomada como guía.
  • Una de las señales que nos indican que vivimos en un mundo que aspira a ser mejor, lo manifiesta la gran cantidad de atención que muchas personas prestan al llamado de una vida auténtica. La mayoría de nosotros aspiramos a tener carreras y trabajos significativos. Buscamos relaciones que trasciendan los viejos roles y que sean emocionalmente satisfactorias. Cuestionamos las voces de las tan llamadas “autoridades” que parecen superficiales, y buscamos nuevos modos de crear comunidad. Queremos ser y estar con auténticos líderes.
  • En la búsqueda de la verdad y el sentido en la vida, los seres humanos intentan lograr la autenticidad a través de las interacciones sociales y las diversas formas de expresión. Si la vida es un arte, uno de los elementos clave de su valor es la autenticidad.
  • La autenticidad se suele definir como el hecho de ser veraz y honesto con uno mismo y con los otros, como una credibilidad indiscutible, una carencia absoluta de artificio. Ser veraz y honesto con uno mismo y con los otros implica que la autenticidad es relacional y está conectada con la identidad personal y las relaciones con el mundo externo. Obtener la autenticidad personal es un desafío y mantenerla es difícil, a causa de las influencias y exigencias externas, así como de las propias limitaciones y sesgos del individuo.
  • Uno de los motivos que llevan a la gente a buscar la autenticidad es la necesidad de ser el arquitecto de la propia vida, no un títere en el teatro de la sociedad. Luchar por la autenticidad personal da un antídoto al condicionamiento externo y, hasta un cierto punto, es una reacción a la falta de autenticidad que prevalece en la política, la cultura, la religión y la vida diaria.
  • El significado de autenticidad se clarifica al pensar en la falta de ella, ya que uno debe contrastar la autenticidad con su opuesto, como cuando comparamos la luz y la oscuridad. Así pues, está conectada intrínsecamente con ese dualismo de la existencia humana que se manifiesta en la presencia de la tensión entre opuestos.
  • El concepto de autenticidad es un constructo humano y social y, como tal, no tiene una existencia independiente fuera de la mente. Algunos argumentan que es un estado imposible del ser y señalan dilemas asociados a él; el estado de autenticidad es pasajero y no se puede mantener indefinidamente. Ni la autenticidad ni la falta de ella se pueden definir, identificar o medir adecuadamente, ya que muchas características y atributos de los individuos cambian constantemente, sin un punto de referencia fijo, y están fuertemente influidas por sesgos e ideas preconcebidas de cada individuo, así como por factores sociales.
  • La autenticidad ha sido explorada a lo largo de la historia, desde los filósofos de la Grecia antigua a los autores de la ilustración, a los filósofos existenciales, a los teóricos y pensadores contemporáneos de las ciencias sociales, produciendo así una gran cantidad de escritos y de opiniones. Algunos defienden que la autenticidad personal es descubierta y otros argumentan que es inventada. Pero, sea cual sea la opinión del autor, está claro que la autenticidad personal es una característica de un proceso dinámico de cambio eterno en una sociedad y un mundo variables, no un estado fijo.
  • La búsqueda de la autenticidad se puede considerar como un proceso de análisis del sujeto y del mundo externo. Y, ya que el sujeto surge de la interacción entre él mismo, los otros y el entorno en una sociedad y un mundo complejos, pueden coexistir varias identidades dependiendo del lugar y el contexto. Algunos defienden que el sujeto no es una sola entidad, sino que contiene múltiples capas de percepciones, pensamientos y comportamientos cambiantes dependiendo del contexto.
  • Lograr la autenticidad es una misión individual, ya que cada persona tiene su propia forma individual de ser humano. Por consiguiente, el concepto se vuelve bastante arbitrario y puede ser confuso para las relaciones humanas: lo que es auténtico para un individuo puede ser diferente para otro.
  • En definitiva autenticidad es morir a lo viejo condicionado, para que emerjan estructuras mentales nuevas, que nos abren la posibilidad de un mundo diferente, más rico que posibilita la creatividad y el desarrollo personal.

CONFIANZA. ACTITUDES QUE TE AFIANZAN:

  • Acepta que te puedes equivocar.
  • Reconoce tus errores.
  • No pienses -cuando hay discrepancias-  que los demás siempre tienen razón.
  • Admite sugerencias.
  • No pierdas el control.
  • Intenta tener relaciones cordiales.
  • Expresa claramente tu opinión por un trabajo realizado.

TEST DE CONFIANZA EN UNO MISMO:

  • Osadía:
    • Muestras excesiva seguridad en ti mismo. Tanto que, a veces, puedes reaccionar de forma temeraria.  Tener seguridad es positivo, pero no lo es considerarse infalible o capaz de todo. Esta forma de actuar incrementa la tensión y los errores, además de que los demás pueden verte prepotente. Eres un hábil comunicador, pero también te muestras dominante y rígido.  La persona con un grado de seguridad racional acepta sus errores e inseguridades. Sabe que es lógico dudar y no pretende saberlo todo, porque es imposible:
    • Positivo. Enérgico, eficaz, valiente y capaz.
    • Negativo: arrogante, impulsivo, rígido y egoísta.
    • Un consejo: relájate y asume valientemente tus incertidumbres y dudas.
  • Equilibrado:
    • Te muestras racionalmente seguro en tu forma de actuar con los demás y a la hora de afrontar dificultades. Asumes con naturalidad tus limitaciones. En tus relaciones eres amable y comprensivo, pero sin renunciar a tus opiniones.  Tu capacidad para aceptar diferentes criterios hace de ti un buen comunicador y agradable polemista.  Tu manera de comportarte puede convertirte en una persona de peso específico en tu grupo, ya que tienes madera de líder.
    • Positivo: equilibrado, lógico, ponderado y sereno.
    • Negativo: puedes frenar tus sentimientos si los consideras poco lógicos o racionales.
    • Un consejo: acepta que habrá personas que no compartan tu sentido de la diplomacia y por ello puedan calificarte de manipulador.
  • Dubitativo:
    • Te sientes inseguro en tus relaciones sociales y te cuesta tomar tus propias decisiones. Tu falta de confianza en ti mismo se debe a lo poco que te valoras: observas con lupa tus errores y relativizas tus éxitos. Así baja tu autoestima y no consigues ser tú mismo. El hecho de no coincidir con los demás no significa que seas tú el equivocado, también pueden errar los otros o, simplemente, tener puntos de vista diferentes.
    • Positivo. Amable, cercano, considerado y emotivo.
    • Negativo: nervioso, vacilante y manipulable.
    • Un consejo: elabora una lista con todas las cosas que haces bien. Intenta no compararte con los demás y cree en tus propias capacidades.

EXCELENCIA:

‘Somos lo que hacemos día a día, de modo que la excelencia no es un acto sino un hábito’. Aristóteles.

‘Durante años, los mejores atletas, artistas, conferenciantes, políticos… han requerido la ayuda de un entrenador o formador personal para lograr los mejores resultados posibles trabajando bajo presión. Si esto es así, ¿por qué los directivos, que tienen a sus espaldas responsabilidades económicas y humanas de las empresas, no deberían necesitar este tipo de ayudas?

La cantidad de cuestiones que un directivo debe gestionar de manera eficaz y el alto grado de responsabilidad de sus decisiones le obligan a contar con una dirección asistida que, verdaderamente, proporcione estabilidad a sus maniobras.

Más allá de cifras, balances y cuentas de resultados, los principales problemas de la empresa del siglo XXI están relacionados con lo social, pero ¿perciben las organizaciones los verdaderos cambios de su entorno?  La responsabilidad de los directivos en la conservación y captación del talento, supone optar por la gestión de personas orientadas a ‘la creación de valor para el cliente y la innovación.

ÉXITO:

La clave del éxito radica en la voluntad de innovación. Por mucho éxito que se tenga siempre hay que considerar la posibilidad de que puede haber otra cosa que funcione mejor. Ésta es la clave, comprender el mundo… encontrar las mejores formas de hacer las cosas incluso cuando las cosas van bien. Cuando se tiene éxito uno se cree que ya ha resuelto el problema. Pero si se piensa así uno es muy vulnerable. Así que la clave es la capacidad de innovación, las nuevas ideas… y no tener miedo a los fracasos a pequeña escala.

En mercados inciertos, las compañías que han logrado un éxito constante han sido las que respondieron con gran rapidez y eficiencia a las conmociones que ponían en riesgo su existencia y que forzaron a otros competidores menos exitosos a salir del mercado.  Rápidamente aprovecharon sin vacilar grandes oportunidades que les permitieron llegar a ser muy competitivos.  Durante periodos de relativa calma, emplearon un enfoque dinámico hacia la estrategia –‘la espera activa’- anticipándose y respondiendo a amenazas y oportunidades con más celeridad que la competencia.  Los gerentes suelen asimilar el liderazgo exitoso a una visión nítida de largo plazo, expresada con frecuencia en una ‘declaración de misión’ o en una declaración de ‘intención estratégica’ o de ‘propósito corporativo’ diseñadas para anclar a una compañía a una visión de largo plazo de lo que debería estar haciendo y hacia dónde se debería estar dirigiendo.  Supuestamente las visiones de largo plazo elevan las expectativas, orientan a las personas hacia una dirección compartida y les dan energía para moverse hacia delante… Las visones de largo plazo pueden adormecer a los empleados y darles un falso sentido de seguridad de que el futuro es claro, cuando en realidad lo es todo menos eso… una visión a largo plazo puede paralizar a los gerentes (del libro Made in China. Qué podemos aprender de los empresarios chinos. Donald N. Sull y Yong Wang).

LOS SECRETOS DE LA GENTE CON ÉXITO:

  • La capacidad de dirigir su vida está en sus manos.
  • Se marca objetivos  posibles y gratificantes que dan sentido a su vida.
  • Está convencida de que debe esforzarse, de que debe hacer, durante un tiempo, cosas que no gustan, que exigen mucho sacrificio, pero que luego dan sus frutos.
  • Pasa a la acción en cuanto toma una decisión clara y bien pensada.
  • No pierde el tiempo en lamentaciones, y sabe que, por calamitoso que haya sido su pasado, si quiere puede cambiar el curso de su vida.
  • No culpa a los demás de sus fracasos, sino que aprende de ellos y los usa para progresar.
  • Sabe que dentro de sí guarda todos los tesoros, potencialidades y aptitudes que necesita.
  • Tiene claras tus metas y tus objetivos.
  • No te estanca en la teoría… y pasa a la acción.
  • Es buena observadora.  Toma como lema: ‘el éxito es hijo del detalle’.
  • Es flexible. Pero, sobre todo, muestra seguridad en sus convicciones.
  • Tiene pasión por lo que hace y lo demuestra en cada acción.
  • Tiene fe en lo que hace. Cree en su misión.
  • Cuenta con una estrategia. No actúa de forma improvisada.
  • Tiene claros los valores y ellos guían su comportamiento.
  • Posee una energía personal que le diferencia de los demás.
  • Es capaz de entusiasmar a otras personas y de comunicar de forma eficaz.

LAS CLAVES DEL ÉXITO:

  • Claridad: el 80% del éxito comienza por tenerlo todo muy claro: quién eres, lo que crees y lo que quieres.
  • Competencia: no puedes subir de escalafón hasta que no seas excelente en lo que haces ahora.
  • Impedimentos: averigua cuáles son las causas que te frenan, a ti y a tu compañía.
  • Concentración: enfoca tus preocupaciones en un solo asunto o problema. Dedícate a él hasta que esté solucionado.
  • Creatividad: recibe ideas de distintas fuentes. La creatividad necesita ser ejercitada, como si fuese un músculo, que si no lo utilizas, lo pierdes.
  • Coraje: es la fuerza y disponibilidad para hacer las cosas que sabes que son las correctas.
  • Aprendizaje continuo: la clave está en adquirir conocimiento y ponerlo en práctica hasta convertirlo en habilidad.

FRASES:

  • ‘El éxito consiste en ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo’ Churchill.
  • ‘El secreto de mi éxito está en pagar como si fuera pródigo y vender como si estuviera en quiebra’. Henry Ford.
  • ‘El secreto del éxito en los negocios consiste en saber algo que nadie más conoce’. Aristóteles Onassis.
  • ‘En todo triunfo convergen tres elementos: preparación, espera y oportunidad. De la primera depende que las otras dos se tornen virtud’. Iratxe Prieto.
  • ‘El secreto es el alma de las grandes empresas. Un anciano escribía en la ceniza la nota de sus proyectos. Soplaba, y no quedaba de ella huella alguna’. Pensamiento chino.
  • ‘El secreto es parte importante de su éxito’.  Bernhard Franke.
  • ‘Lo que distingue a una empresa no es la gestión de datos o nóminas, sino la motivación, los planes de carrera o la formación.   Las empresas tienen que dedicar sus equipos internos de recursos humanos a estos objetivos.  Eso es hoy lo que diferencia a las compañías de éxito’. Antonio Gimeno.

El principio de Pareto: un 20 % de las cosas que hacemos produce un 80 % de los resultados que obtenemos.  Si nos dedicamos sólo a las acciones que forman ese 20 % aumentará nuestra eficacia.

MADUREZ:

  • Se conocen a sí mismos…Y sus puntos fuertes.
  • Observan sus pensamientos y emociones, lo que les faculta para aprender de la experiencia y tener pensamientos y sentimientos más acordes con la realidad vivida.
  • Apertura, flexibilidad y aprendizaje ante el entorno y ante el cambio.
  • Iniciativa, perseverancia y orientación a la acción y a los resultados.
  • Empatía y  habilidad de comunicación.
  • Autoimagen positiva e integrada.
  • Visión amplia, analítica y pensamiento estratégico.
  • Aplomo y carácter ante situaciones difíciles y complicadas.
  • Tiempo: saben que el tiempo es el recurso más escaso de que disponen y lo aprovechan al  máximo.

RENDIMIENTO:

  • Concepto:
    • La variabilidad humana en rendimiento, tanto en el campo académico como en el mundo laboral en todos sus niveles y modalidades, ha llamado desde siempre poderosamente la atención de la Psicología Diferencial.
    • Dentro del contexto académico la palabra rendimiento se refiere al nivel de conocimientos escolares exhibido por un estudiante, expresado mediante cualquier criterio de evaluación: notas, calificaciones sobre su curiosidad intelectual, éxitos y premios académicos alcanzados, etc.
    • Más problemático es el poder contar con unos criterios que resulten adecuados en al predicción del rendimiento en el ámbito laboral.
  • Variables aptidudinales y rendimiento:
    • Variables aptidudinales y rendimiento académico: los factores intelectuales son importantes predictores del rendimiento académico.  La inteligencia puede explicar del 25 al 49 % de la varianza de las puntuaciones de rendimiento.
    • Variables aptitudinales y eficacia laboral: la inteligencia se relaciona poco con la eficacia laboral y no sirve para predecir el nivel de éxito profesional alcanzado dentro de una determinada profesión.  Por otra parte, las aptitudes que sirven para predecir el éxito en determinadas fases de un proceso de aprendizaje o de un trabajo, no son las mismas que lo predicen en otras fases.
  • Variables de personalidad y rendimiento: 6 dimensiones (Lavin 1964):
    • Dimensión 1: madurez social en el rol del estudiante.  Constituida por las siguientes variables:
      • Responsabilidad.
      • Mayor madurez social.
      • Mayor socialización.
      • Conducta social restringida.
    • Dimensión 2: estabilidad emocional.  Compuesta por:
      • Moral más elevada.
      • Mayor estabilidad.
      • No existencia de dependencias neuróticas de orientación al estudio.
    • Dimensión 3: síndrome de ‘motivación del rendimiento’.  Compuesto por:
      • Mayor motivación de logro.
      • Mayor nivel de actividad.
      • Más persistencia.
    • Dimensión 4: estilo cognoscitivo.  Compuesto por:
      • Más curiosidad.
      • Más flexibilidad.
      • Más originalidad.
      • Más aptitud para visualizar una configuración en movimiento.
      • Ocurrencias notables en clase.
      • Mayor participación y de calidad en clase.
      • Menos estereotipos.
    • Dimensión 5: rendimiento vía conformismo. Compuesto por:
      • Mayor necesidad de orden.
      • Mayor conformismo.
    • Dimensión 6: rendimiento vía independencia.  Compuesto por:
      • Necesidad de afiliación menor.
      • Baja conformidad con las normas del grupo de pares.
      • Impulsividad moderada.
  • En cuanto al rendimiento profesional, las variables de personalidad, interés y motivación tienen importancia cuando se utilizan como ‘variables moduladoras’ entre la aptitud y la eficacia laboral.
  • También variables de índole social como los grupos informales y sus normas, actitudes, estilos de mando, etc., parecen ejercer un cierto influjo sobre la productividad.
  • Factores sociales y rendimiento (variables sociológicas y rendimiento laboral): dado el carácter social de la actividad laboral, la eficacia en el trabajo está muy determinada por las relaciones interpersonales: mandos, subordinados, compañeros, etc.

TALENTO:

Directivos con talento Directivos con escaso   talento
Detalle de las   descripciones versus generalizaciones. Dan respuestas   específicas y describen las situaciones con mucha riqueza, ‘cuadros pintados   al óleo, con paleta’, respuestas y aprendizaje específico, poca difuminación   y poca generalización. Brota con gran riqueza todo lo que la persona aprendió   y por qué. Es difícil engañar. Generalizan   excesivamente y describen los ‘cuadros en forma de acuarela o pastel   difuminado’. Apenas comentan lo que aprendieron y por qué.
Autoconocimiento. Tienen buen   conocimiento y aceptación de sí mismos, de sus propias capacidades y puntos   fuertes y débiles. Todo ello lo trasmiten y aparece en las relaciones con los   demás. Muestran escaso   conocimiento de sí mismos, sobrevaloración de puntos fuertes y trivialización   o ignorancia de puntos débiles.
Flexibilidad e   identificación de ambigüedades. No hacen énfasis en   controlar a otros o en excesivo perfeccionismo. Identifican y reconocen las   ambigüedades de la vida y de los eventos. Dirimen bien con el caos. Muestran un deseo   excesivo de controlar tareas y de influir en otras personas. Buscan   excesivamente la perfección en sí mismos y, sobre todo, en los demás.
Control propio o   control ajeno. Al analizar un fallo,   tienden mucho más a reconocer e identificar su papel en este fallo. Analizan   los éxitos de forma más rigurosa y admiten cuándo estos éxitos se debieron a   pura suerte o fueron compartidos con otros. Pueden analizar un   fallo pero tienden mucho menos a reconocerlo e identificar su papel en él,   asignando las causas a factores ajenos.
Complejidad-simplicidad. Perciben la realidad en   toda su complejidad y, al mismo tiempo, tratan de entenderla, gestionarla y   organizarla. Describen su experiencia con análisis más profundo y ‘ven más   allá’ en casi todo: se centran menos en lo que sucedió y mucho más en por qué   sucedió, qué aprendieron y qué es lo que hicieron de una forma distinta. Tienen una visión más   simple de las personas y de los eventos. Describen pocos problemas y   dificultades. Se centran más en lo que sucedió y mucho menos en por qué   sucedió. No describen lo que han aprendido de forma diferencial y clara.
Capacidad de hacer   preguntas. Hacen muchas preguntas   sobre el contenido del puesto, del proyecto, de la empresa, de su futuro   jefe, horizonte de carrera, etc. Recaban, prácticamente, toda la información   relevante. Su contrato tiene una dimensión emocional y psicológica   importante, más allá del contrato formal. Hacen menos preguntas y   más bien relacionadas con el contexto de trabajo: expectativas de promoción,   beneficios, salario, lugar en la estructura, etc.

TROS VALORES:

  • Solidaridad: entiende los problemas de sus compañeros y se preocupa por ellos. Por eso le valoran y tienen en cuenta todas sus opiniones para disfrutar lo bueno y afrontar lo malo.
  • Modestia: ejerce su liderazgo de forma natural, sin darle importancia al asunto. No conoce la vanidad ni el autobombo. Sabe también valorar y maximizar las virtudes de sus compañeros.
  • Autoconfianza: se conoce bien a sí mismo (autoconocimiento) y posee pleno dominio sobre sus actitudes y comportamientos (autocontrol). Admite que es humano, con sus limitaciones.
  • Iniciativa: realiza sugerencias para mejorar el clima laboral, a la vez que aporta toda la información necesaria para conseguirlo. Se preocupa tanto de lo importante como de lo secundario.
  • Esfuerzo: nunca deja de aprender y de mejorar por lo que no cae en la autocomplacencia. Suele dar ejemplo al resto de sus compañeros, que le aprecian sin envidiarle.
  • Diálogo: está siempre dispuesto a escuchar a los demás. Tiene gran capacidad para asimilar ideas nuevas.
  • Integridad: es el conjunto de valores éticos, de honradez moral e intelectual en que se basa nuestra conducta. Sin integridad, traicionamos a todos los demás y a nosotros mismos. Un líder sin integridad es un demagogo o un arrivista destructivo.
  • Magnanimidad: es tener grande el alma, ser nobles de mente, generosos, por encima de venganzas, rencores y resentimientos. Es practicar la fraternidad, la interdependencia y la libertad compartida, en el respeto a los demás que son como nosotros.  Ser magnánimo es entender y reconducir los defectos propios y ajenos y saber convertirlos en virtudes y cualidades.
  • Humildad: es lo contrario de prepotencia. Es saber quiénes somos, estar en paz con los demás y con nosotros mismos, tener un ego sano, aceptar con sobriedad los halagos y admitir las caricias sin rencor, ni actitud defensiva. Es enorgullecernos por lo que hacemos más que por lo que somos.
  • Apertura mental: es la disposición a escuchar a los demás, a explorar cosas nuevas, a dirimir con las paradojas, a aceptar nuevas ideas, todo lo contrario a la cerrazón, a la rigidez de pensamiento y a no aceptar principios que no sean los nuestros. Es mantener viva la capacidad de sorprenderse y de divertirse con lo nuevo, abriendo con asombro los ojos y la mente.  Es aprender.
  • Creatividad: es algo que poseemos cuando nacemos. De niños, nuestra visión es infinita. En la escuela, limitan y coartan nuestra creatividad. Creatividad es percibir la ecología del mundo y de las ciencias, el arte, la estética y la intuición para poder desarrollar toda nuestra riqueza mental y emocional. Es ver el universo en un átomo y la grandeza de la vida en las alas de una mariposa, en el canto de un ruiseñor o en el caos ordenado de un arroyo.

Frases:

  • ‘Qui sibi fidet, dux reget examen’. Traducción: ‘Quien confíe en sí mismo será el rey del enjambre’. Quinto Horacio Flaco.
  • ‘La confianza en sí es la suma de aptitudes en campos determinados: físico, mental, profesional, social’. Lucy Lowar.
  • ‘La confianza en uno mismo, se logra cometiendo errores y aprendiendo de ellos’.  Documental Renaciendo de las cenizas.
  • ‘Hablo, pero no puedo afirmar nada; buscaré siempre, dudaré con frecuencia y desconfiaré de mí mismo’. Cicerón.
  • ‘Siempre busqué fuera la fuerza y la confianza que necesito, pero llegan de dentro. Están allí siempre’. Anna Freud.
  • ‘La confianza en uno mismo es el primer peldaño para ascender por la escalera del éxito’. Emerson.
  • ‘En la confianza en uno mismo están comprendidas todas las virtudes’. Ralph Waldo Emerson.
  • ‘A menos que creáis en vosotros mismos, nadie lo hará; este es el consejo que conduce al éxito’. John D. Rockefeller.
  • ‘Equivocarse, y a pesar de ello, deber otorgar confianza a mi ser interior, esto es el hombre’. Gottfried Benn.
  • ‘El silencio es el partido más seguro para aquel que desconfía de sí mismo’. La Rochefoucauld.
  • ‘… dejadme aullar y gemir y arrastrarme como una bestia, con tal de que alcance la fe en mí mismo’.  F. Nietzsche.
  • ‘Cada persona lleva en si misma un mundo ignorado que nace y muere en silencio’.  Musset.
  • ‘Confía en ti mismo.  Entonces sabrás vivir’.  Göthe.
  • ‘Confía en tu corazón… Nunca le niegues audiencia.  Es la clase de oráculo casero que a  menudo predice lo más importante’.  Baltasar Gracián.
  • ‘La obra política más difícil consiste en obtener la confianza antes del éxito’.  Napoleón.
  • ‘Cuanto menos me entiendo con los otros, más aprendo a tener confianza en la naturaleza y a concentrarme en ella’. VAN GOGH.