El proceso del cambio a través de la atención vigilante (Sati)

 

Cambio de hábitos

  • Las pasiones son trasformadas mediante el autoestudio. Eso no implica incurrir en autoindulgencia sino emprender el estudio del funcionamiento del corazón y de la mente mediante la atención vigilante a fin de llegar a ser plenamente conscientes de ellos. Observamos el surgimiento de los kleshas [estados mentales que nublan la mente], su efecto sobre nosotros y su desaparición. Los estudiamos con cierto grado de desapasionamiento a la vez que con entusiasmo por la tarea, del mismo modo que nos dispondríamos a estudiar los hábitos de un animal tímido o sigiloso. Se anima al cliente a embarcarse en una investigación sobre el comportamiento de su propio cuerpo-mente mediante una observación simple y sin juicio.

Celos

  • Vino a verme un cliente aquejado de celos compulsivos… Cuando me habla sabe perfectamente que su comportamiento es irracional pero cuando sale de la consulta se encuentra incapaz de controlarse.
  • La primera tarea para el cliente, no reside tanto en aprender un método para evitar los celos, sino en invertir algún esfuerzo previo en estudiarlos. Una vez los haya examinado atentamente, su manera de ser probablemente experimente un desplazamiento por sí misma. Este estudio puede tener lugar hasta cierto punto durante las propias sesiones terapéuticas, en colaboración con el terapeuta, pero otra parte tendrá que ser llevada a efecto por el cliente. Aprenderá así a observar el síntoma sin hacer ningún intento por alterar su curso.
  • A medida que el estudio concentrado del síntoma se prolongue, comenzará a desarrollar la atención vigilante. Se dará cuenta de los momentos en que los celos no están presentes. Empezará a percibir los signos que preceden a la emergencia de los celos. Se hará consciente de otras emociones. Y puesto que el cliente ya tiene una motivación para cambiar, una vez haya desarrollado cierta facilidad para la vigilancia, probablemente lleve a cabo el resto de la terapia sin asistencia adicional. La conciencia induce cambios de modo natural. De esa forma, descubrirá por experiencia propia su capacidad de cambio y de calma interior. Eso le reportará estabilidad, no sólo para los tiempos de crisis, sino a la hora de encarar la vida en general. No sólo cambiarán sus celos, sino que su actitud entera experimentará una transformación y dejará, finalmente, de considerarse víctima de sus circunstancias.

Ira:

  • Otra cliente viene a verme, también con problemas matrimoniales. La situación es compleja, pero en su interior identificamos un hilo conductor, la rabia ardiente de mi cliente. ‘Mi esposo tiene muy mal talante, pero el mío es peor todavía’, me dice. Sin duda hay muchos modos de abordar este caso. El terapeuta podría ver al marido y a la esposa juntos y trabajar de cara a su entendimiento mutuo. O tal vez hubiera de trabajar con la mujer y ayudarla a descubrir las raíces de su rabia en su madre que fue pisoteada en vida por un cónyuge muy dominante. Podría quizás afirmar lo legítimo de su punto de vista y ayudar a que su autoestima aumentara en su identificación con una causa justa. Todos o cualquiera de estos enfoques podrían ser útiles y aún cabría pensar en muchas otras formas de ayudarla.
  • Con todo, tanto si su causa es justa como si no lo es, tanto si su marido se muestra razonable como si no, tanto si a ella le es posible cambiar las circunstancias como si no lo es, la cliente necesita hacer algo respecto a esa mentalidad de odio que le roe las entrañas. Si puede hacer algo con ese temperamento suyo, tan virulento que la deja completamente exhausta, será más feliz y se verá mucho mejor equipada para vivir la realidad de su vida, tanto si le toca hacerlo con su marido como asumiendo una demanda de divorcio o en las barricadas.
  • Sati (atención vigilante) significa ‘parar’. El entrenamiento de la atención vigilante implica hacer altos o detenciones en los que uno se aparta del propio proceso [mental] y echa un vistazo a lo que le está ocurriendo en ese momento… ‘Estoy ardiendo aquí’, dice, señalando la zona del pecho. Aunque parezca raro, antes de esta sesión jamás había reparado siquiera en esa sensación ardiente en su pecho, que surge cada vez que su ira va a estallar. Y eso sucede porque, al decir de ella misma, ‘en esos momentos tengo la cabeza demasiado ocupada como para darme cuenta’. Ahora, sin embargo, desea estudiar ese calor: darse cuenta de cuándo surge, cuáles son sus cualidades, del grado de intensidad que alcanza bajo diferentes circunstancias, etc. La animo a no intentar cambiarlo sino simplemente a ser más consciente [a observarlo].
  • El trabajo con esta mujer llena de odio en su corazón no difiere esencialmente del efectuado con el hombre con celos. En ambos casos el autoestudio depende de que aprendan a prestar atención vigilante. Esa atención se cultiva mediante la detención (sati). Detenerse permite a los clientes descubrir y estudiar sus propios procesos. Cuando lo hacen, aprenden a verlos con cierta distancia.
  • Aunque la vida del cliente sea presa de pasiones que le dominan, bajo la forma de codicia u odio, hay fuerzas más poderosas a disposición de la persona siempre que movilice su intención, su energía, su atención y su interés por indagar. Para que esas fuerzas prevalezcan, sin embargo, la persona necesita las destrezas de la concentración y de la atención vigilante, y éstas pueden ser aprendidas.
  • Para ello, no siempre resulta necesario que el cliente se siente en el suelo en la posición de loto. Los métodos de la atención despierta están a su alcance en cualquier momento y en todas las situaciones de la vida. Por supuesto, la práctica concentrada nos puede llevar más lejos, pero incluso el menor incremento de samadhi (concentración) y de sati [atención vigilante] habrá de reportar grandes beneficios a un cliente, en la forma de felicidad, capacidad de autocontrol y liberación de las pasiones. No importa tanto cuál sea la pasión que vayamos a estudiar primero. Simplemente seguimos el interés del cliente. Pero, como terapeutas, sabemos que si el cliente saca un ladrillo del muro, posiblemente muchos otros empiecen a aflojarse y atisbaremos el camino de una mejoría global en su vida.

Autor: David Brazier.