Voltaire

Más conocido como Voltaire, fue un escritor, historiador, filósofo y abogado francés que figura como uno de los principales representantes de la Ilustración, un período que enfatizó el poder de la razón humana, de la ciencia y el respeto hacia la humanidad. En 1746 Voltaire fue elegido miembro de la Academia francesa en la que ocupó el asiento número 33.

Fue la figura intelectual dominante de su siglo. Ha dejado una obra literaria heterogénea y desigual, de la que resaltan sus relatos y libros de polémica ideológica. Como filósofo, Voltaire fue un genial divulgador, y su credo laico y anticlerical orientó a los teóricos de la Revolución Francesa.

SELECCIÓN DE FRASES:

‘La pasión de dominar es la más terrible enfermedad del espíritu humano’.

‘Lo que llamamos casualidad no es ni puede ser sino la causa ignorada de un efecto desconocido’.

‘Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciéndolo todo por dinero’.

‘A los vivos se les debe respeto, a los muertos nada más que la verdad’.

‘Es un riesgo tener razón cuando el Gobierno está equivocado’.

‘La historia no es más que una lista de crímenes y desgracias’.

‘Quien no tiene toda la inteligencia de su edad, tiene toda su desgracia’.

‘Las falsedades no sólo se oponen a la verdad, sino que a menudo se contradicen entre sí’.

‘No hay verdad que no haya sido perseguida al nacer’.

‘La ignorancia afirma o niega rotundamente: la ciencia duda’.

‘Cuando se trata de dinero todos somos de la misma religión’.

‘El hombre se precipita en el error con más rapidez que los ríos corren hacia el mar’.

‘Quien tolera el delito se vuelve cómplice de él’.

‘La religión mal entendida es una fiebre que produce delirios’.

‘Los pueblos a quienes no se hace justicia se la toman por sí mismos más tarde o más pronto’.

‘No estoy de acuerdo con una sola palabra de lo que usted dice, pero defenderé hasta la muerte su derecho a decirlo’.

 ‘Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una’.

‘Cambiad de placeres, pero no cambiéis de amigos’.

‘Cuando de aquel que habla y aquel a quién le habla, ninguno de los dos entiende lo que significa, entonces podemos decir que eso es la metafísica’.

‘Debe de ser muy grande el placer que proporciona el gobernar, puesto que son tantos los que aspiran a hacerlo’.

‘Decimos una necedad, y a fuerza de repetirla, acabamos creyéndola’.

‘Dios es un comediante que actúa para una audiencia demasiado asustada para reír’.

‘Dios ha hecho al hombre a su imagen y semejanza, pero el hombre también ha procedido así con él’.

‘El agravio es la razón de los que no tienen razón’.

‘El ateísmo es el vicio de unas pocas personas inteligentes’.

‘El fanatismo es a la superstición lo que el delirio es a la fiebre, lo que la rabia es a la cólera. El que tiene éxtasis, visiones, el que toma los sueños por realidades y sus imaginaciones por profecías es un fanático novicio de grandes esperanzas; podrá pronto llegar a matar por el amor de Dios’.

‘El primero que comparó a la mujer con una flor, fue un poeta; el segundo, un imbécil’.

‘El secreto de aburrir a la gente consiste en decirlo todo’.

‘El trabajo aleja de nosotros tres grandes males: el aburrimiento, el vicio y la necesidad’.

‘En el desprecio de la ambición se encuentra uno de los principios esenciales de la felicidad sobre la tierra’.

‘Es imposible traducir la poesía. ¿Acaso se puede traducir la música?’.

‘Es una de las supersticiones de la mente humana imaginarse que la virginidad pueda ser una virtud’.

‘Hay alguien tan inteligente que aprende de la experiencia de los demás’.

‘Hay que saber que no existe país sobre la tierra donde el amor no haya convertido a los amantes en poetas’.

‘He decidido hacer lo que me gusta porque es bueno para la salud’.

‘Jesucristo necesitó Doce apóstoles para propagar el cristianismo; yo voy a demostrar que basta sólo uno para destruirlo’.

‘La estupidez es una enfermedad extraordinaria, no es el enfermo el que sufre por ella, sino los demás’.

‘La civilización no suprime la barbarie; la perfecciona’.

‘La democracia sólo parece adecuada para un país muy pequeño’.

‘La duda no es una condición placentera pero la certeza es absurda’.

‘La escritura es la pintura de la voz’.

‘La felicidad es una palabra abstracta, compuesta de unas cuantas ideas de placer’.

‘La más temible de las enfermedades del alma, es el furor de dominar’.

‘La naturaleza vuelve a los hombres elocuentes en las grandes pasiones y en los grandes intereses’.

‘La parte filosófica de la historia se destina a dar a conocer las necesidades humanas’.

‘La providencia nos ha dado el sueño y la esperanza como compensación a los cuidados de la vida’.

‘La superstición es a la religión lo que la astrología es a la astronomía, la hija loca de una madre cuerda’.

‘Las lágrimas son el lenguaje silencioso del dolor‘.

‘Lo maravilloso de la guerra es que cada jefe de asesinos hace bendecir sus banderas e invoca solemnemente a Dios antes de lanzarse a exterminar a su prójimo’.

‘Los Buenos espíritus se reencuentran’.

‘Los celos cuando son furiosos, producen más crímenes que el interés y la ambición’.

‘No hay problema que resista el ejercicio continuo del pensamiento’.

‘No quisiera ser feliz a condición de ser imbécil’.

‘No se puede desear lo que no se conoce’.

‘No siempre podemos agradar, pero siempre podemos tratar de ser agradables’.

‘Nunca veinte volúmenes en papel harán revolución. Son los libros portátiles los que deben temerse. Si el Evangelio hubiese costado mil doscientossestercios, la religión cristiana nunca se hubiese establecido’. (Carta a d’Alembert, 5 de abril de 1766).

‘Para alcanzar nuestros propósitos es mejor que nos dirijamos a la pasión de los hombres, que no a su razón’.

‘Pensad por cuenta propia y dejad que los demás disfruten del derecho a hacer lo mismo’.

‘¿Qué se le puede decir a un hombre que dice que le gusta más obedecer a Dios que a los hombres y que, en consecuencia, está seguro de merecer el cielo ahorcándolo?’.

‘Quien se venga después de la victoria es indigno de vencer’.

‘Si Dios no existiera, sería necesario inventarlo’.

‘Siempre nos hallamos de acuerdo en dos o tres puntos que entendemos, y discutimos sobre dos o tres mil que no entendemos en manera alguna’.

‘Siempre que un acontecimiento importante, una revolución o una calamidad redunda en beneficio de la iglesia, pretende verse en ello el dedo de Dios’.

‘Suerte es lo que sucede cuando la preparación y la oportunidad se encuentran y fusionan’.

‘También hay fanáticos que conservan la sangre fría, pertenecen a esa clase los jueces que sentencian a muerte a los que no han cometido más crimen que el de no pensar como ellos… Las leyes y la religión, en vez de ser para ellas (las costumbres humanas) un alimento saludable, se convierten en veneno en los cerebros infectados’.

‘Todo abuso debería ser reformado’.

‘Todo les sale bien a las personas de carácter dulce y alegre’.

‘Todo culpable es tímido’.

‘Una colección de pensamientos debe ser una farmacia donde se encuentra remedio a todos los males’.

‘Un diccionario sin citas es un esqueleto’.

‘Un gran secreto del goce de la vida consiste en abandonar el placer, manteniendo así la posibilidad de volverlo a gozar’.

‘Un minuto de felicidad vale más que un año de gloria’.

‘Una buena imitación es la más perfecta originalidad’.

‘Un dicho ingenioso no prueba nada’.

‘Una palabra mal colocada estropea el más bello pensamiento’.

‘Una única cosa le he pedido a Dios, una nimiedad: ‘Oh, Señor haz ridículos a mis enemigos’. Y Dios me la concedió’.

‘Vale más arriesgarse a salvar a un culpable que condenar a un inocente’.

‘Cualquiera que tenga el poder de hacerte creer idioteces, tiene el poder de hacerte cometer injusticias’.

‘Los prejuicios son la razón de los tontos’.

‘Si alguna vez, ve saltar por la ventana a un banquero suizo, salte detrás. Seguro que hay algo que ganar’.