Seneca 1‘Un solo bien puede haber en el mal: la vergüenza de haberlo hecho’.

‘Bastaría por remedio ser mejores que los malos’.

‘Procuramos olvidar lo que, traído a la memoria, nos entristece’.

‘Necesarios son nuevos favores de la fortuna para conservar la felicidad’.

‘Con facilidad se adquiere lo preciso para la vida’.

‘Doloroso es que comencemos a vivir cuando morimos’.

‘Necesaria es la experiencia para saber cualquier cosa’.

‘El valor es siempre ambicioso de peligros’.

‘Argumento es de ser casta el ser fea’.

‘No hay nadie tan humilde, que no tenga para dañar’.

‘Prueba es de virtud el desagradar a los malvados’.

‘Tenemos en mucho precio los beneficios que hacemos’.

‘Industria [habilidad para hacer una cosa] es la aparente simpleza’.

‘Ajeno es todo lo que nos viene en deseo’.

‘El que siempre busca grandezas, alguna vez las encuentra’.

‘Mozos fueron primero los que ahora son hombres’.

‘Más dura la memoria de las injurias recibidas que de los beneficios’.

‘Extremadísima crueldad es dilatar el castigo’.

‘Para bien obrar, el que da debe olvidarlo luego y el que recibe, nunca’.

‘Un amor apaga otro amor, y un temor otro temor’.

‘No es necesaria la fortuna para sólo subsistir’.

‘Desde la infancia da señales el ingenio’.

‘Aunque amor sea virtud, algunas veces perjudica’.

‘Los demasiados frutos no llegan a madurar’.

‘Sé útil primero a los demás, si quieres ser útil a ti mismo’.

‘La sencillez y claridad distinguen el lenguaje del hombre de bien’.

‘Muy pocos aciertan antes de errar’.

‘Espera que te hagan a ti lo que tú haces a otro’.

‘Amor por nuestra voluntad se toma, mas no por voluntad nuestra se deja’.

‘Debe amarse al padre si es bueno, y sufrirle si malo’.

‘Tuyo haces el vicio que a tu amigo disimulas’.

‘El que disputa con un beodo, disputa con un hombre ausente’.

‘La mala nueva luego se cree’.

‘Buena es la mujer cuando abiertamente es mala’.

‘El avaro nunca hace cosa acertada sino cuando muere’.

‘La edad se descubre más cuando se disimula con arte’.

‘La llaga de amor, quien la sana, la hace’.

‘El que súbito se determina, súbito se arrepiente’.

‘La ambición por la honra nunca mira obstáculos’.

‘Recibe beneficio el que lo hace al que lo merece’.

‘Con buena suerte hemos nacido si no la malogramos’.

‘El beneficio que a todos se hace, a ninguno se hace’.

‘Siempre el esperar, aunque sea el bien, da cuidado’.

‘Feliz quien desprecia la fortuna’.

‘Desdichado es el que por tal se tiene’.

‘La inconstancia acorta los días de nuestra vida’.

‘Las buenas costumbres se conforman unas con otras, y por eso duran’.

‘Doble valor tendrá el beneficio que otorgues sin que te lo hayan pedido’.

‘Vende su propia voluntad el que recibe ajeno beneficio’.

‘Pide ajeno beneficio el que refiere el suyo’.

‘Bueno es tener fama, pero más seguro es tener dinero’.

‘Dos veces vence el que en la victoria se vence a sí’.

‘El liberal, aún para dar busca ocasión’.

‘Pesado sueño tiene el que no siente cuán mal duerme’.

‘Lo que de raíz se aprende, nunca del todo se olvida’.

‘Buena es la riqueza si la manda la razón’.

‘Ofensa hace a los buenos el que a los malos perdona’.

‘Quien puede ser injusto quiere serIo’.

‘Alivia el trabajo del camino el compañero elocuente’.

‘El buen suceso disculpa la temeridad’.

‘La desgracia es a veces ocasión de virtud’.

‘La casualidad es a veces favorable’.

‘Causa es de obrar mal el haber obrado’.

‘Curioso es naturalmente nuestro ingenio’.

‘En obligación nos pone de dar el haber dado’.

‘Despreciable cosa es el hombre cuando no se levanta sobre su esfera’.

‘Tanto más crece el esfuerzo, cuanto más consideramos la grandeza de lo emprendido’.

‘Ninguna esperanza queda de virtud, cuando no solamente deleitan los vicios, sino que se aprueban’.

‘Cruel es quien al afligido reprende’.

‘No hay cosa que mucho tiempo agrade al que en ninguna tiene asiento’.

‘Debe tomarse consejo conforme al día, y si es posible, conforme a la hora’.

‘La poca templanza del enfermo hace al médico ser cruel’.

‘La virtuosa mujer manda a su marido obedeciéndole’.

‘Difícilmente se hallan palabras que retraten al vivo las grandes desdichas’.

‘Merece salir engañado el que, al hacer un beneficio, tenía cuenta con la recompensa’.

‘El peligro que no se teme, más presto viene’.

‘Cuando alguna parte del todo cae, la que queda no está segura’.

‘La diversidad de libros distrae el entendimiento’.

‘Arrojo nos da la ira’.

‘Consuelo es en las grandes desgracias el que no pueda sobrevenir otra mayor’.

‘Determínese despacio lo que para siempre se resuelve’.

‘Para morir, el mejor de los tiempos es el próspero’.

‘No perdemos lo que ignoramos haber perdido’.

‘El que desee vencer, prepárese para la guerra de mucho tiempo’.

‘No todas las cosas están bien a todos’.

‘Los males dudosos atormentan más’.

‘El que promete dudosa salud al afligido, se la niega’.

‘Tarde se olvida lo que se aprende por mucho tiempo’.

‘Las lágrimas del heredero son risas encubiertas’.

‘Conceder los ruegos que son en daño del rogador es bondad cruel’.

‘Hasta el que se aparta de la virtud, la reconoce’.

‘La carencia de una cosa le da precio’.

‘Hasta de males hay ambición’.

‘Debe esperarse la muerte que la naturaleza ordena’.

‘Muchas veces por dolor la inocencia se hace culpar’.

‘La diligencia nos parece tardanza cuando deseamos una cosa’.

‘Por el vicio ajeno enmienda el sabio el suyo’.

‘Al infeliz sóbranle y fáltanle pensamientos’.

‘La virtud impide a los valientes llorar, y a los débiles lo manda’.

‘Súfrase, y no se reprenda lo que excusar no se puede’.

‘Paciencia muchas veces ofendida trastorna el juicio’.

‘El miedo se pinta en el rostro’.

‘Más continua es adversa que próspera fortuna’.

‘Haz lo que debes, y no lo que puedes’.

‘Menos camino hay de la virtud al vicio, que de los vicios a la virtud’.

‘Mejor sufre el mal quien siempre le teme’.

‘No hay manjar caro para el glotón’.

‘La frugalidad es una pobreza voluntaria’.

‘Dichoso es el que no lo parece a los otros, sino a sí’.

‘La felicidad no mira de dónde nace, sino adónde puede llegar’.

‘Venturoso premio de la virtud es ser aborrecido de los viciosos’.

‘Más seguro está en la virtud el que ya pasó por los vicios’.

‘La confianza produce muchas veces la lealtad’.

‘Para mayores desgracias guarda la fortuna a quien favorece’.

‘Tolerable es el infortunio que es común a muchos’.

‘La fortuna teme a los valientes y avasalla a los cobardes’.

‘La fortuna puede robarnos la hacienda, pero no el valor’.

‘Hasta la desgracia se cansa’.

‘El fin de un trabajo es principio de otro’.

‘Tiénese por virtud la maldad que sucede bien’.

‘Mejor es la salud que nunca se perdió’.

‘Grande recomendación tiene un rostro hermoso’.

‘El que recibe lo que no puede pagar, engaña’.

‘Confiesa el delito el que huye del juicio’.

‘Cosas fingidas pronto vuelven a su natural’.

‘Al que una vez perdió el crédito, nada le queda que perder’.

‘No se contenta la fortuna de hacer un solo daño’.

‘Lleva en bien pequeños trabajos el que pasó por otros mayores’.

‘Más fácilmente se entiende lo que por partes se propone’.

‘Con más dificultad comienzan los honores que prosiguen’.

‘En poco precio se tiene lo adquirido de gracia’.

‘El que esgrime [usar una cosa para defenderse], en el mismo ejercicio aprende las reglas’.

‘El trabajo sirve de nutrimiento a los pecados generosos’.

‘Más grata es la virtud en una persona hermosa’.

‘El peor enemigo es el traidor’.

‘Desgracia imprevista nos hiere más fuertemente’.

‘Despreciable honra es la que en la ociosidad se granjea’.

‘Feas palabras, aun livianamente dichas ofenden’.

‘Para venir a mucho, se había de comenzar por poco’.

‘En ninguna parte se siente más la pobreza que en el destierro’.

‘El piloto muestra en la tempestad su saber y su valor’.

‘Mucho se siente quedar atrás en honores a aquellos en quienes en virtud precedemos’.

‘Sola es loable la ambición por no perder el tiempo’.

‘Honrosa es la alegre pobreza’.

‘El que no obtiene cargos públicos no se tiene por honrado’.

‘Los placeres aun después de haber pasado recrean’.

‘Halla en la desgracia consuelo el que lo prodigó en la prosperidad’.

‘La pobreza se ve obligada a tentar todos los caminos’.

‘Su ponzoña tienen las palabras blandas’.

‘Honrosamente sirve el que conforme a las circunstancias sirve’.

‘Mejor es hacer a otros herederos, que buscar a quien heredar’.

‘De vivir y de morir nos pesa’.

‘Sin razón se queja del mar el que otra vez navega’.

‘Grandísima caída es de señor a esclavo’.

‘Muchas veces las ofensas son incentivo del valor’.

‘La furia del mancebo, súbito se enciende y fácilmente se apaga’.

‘Presume de tu amigo, que puede ser en algún tiempo tu enemigo’.

‘No tiene seguro el cetro un príncipe aborrecido’.

‘En las grandes desgracias faltan las lágrimas’.

‘Víspera es una desgracia de otra desgracia’.

‘El ánimo inconstante, cuanto más procura saber, menos sabe’.

‘Hasta los vicios de quien mucho amamos nos placen’.

‘De los males posibles ninguno peor que la opinión del vulgo’.

‘Débese guardar con más cuidado lo que no se sabe cuándo ha de faltar’.

‘No tiene la fortuna poder en el tiempo que pasa’.

‘Maldad es no dejar el beneficio a merced del que lo hace’.

‘Justa causa de alegría es ver alegre a un amigo’.

‘Ingrato es el que sólo en secreto es agradecido’.

‘Muchas cosas hay que todavía carecen de nombre’.

‘El que desea hacer una injuria, ya la hizo’.

‘El que airado procura hacer daño, no se guarda del que le puede suceder’.

‘En el pecho del sabio, aun sanada la herida, queda señal’.

‘En lo mal comenzado, por más honrosa se tiene la porfía que el arrepentimiento’.

‘Ingrato es el que por miedo es agradecido’.

‘El mayor mal que en los vicios puede haber, es convertirse los unos en los otros’.

‘Propio de un hombre débil es no saber usar de las riquezas’.

‘Más alegre cosa es granjearse un amigo que tenerlo’.

‘De torpes deleites no queda sino el arrepentimiento’.

‘El conocimiento del vicio es principio de virtud’.

‘Aquella se puede llamar felicidad, que con nuestros deseos se mide’.

‘La fortuna no tiene poder en nuestras costumbres’.

‘Flaqueza es temer lo que nunca experimentamos’.

‘Débil es el que por evitar las desgracias abraza la muerte, y necio el que vive para ellas solas’.

‘En convites no hay plática que llegue al cabo’.

‘Estar en el ocio muy sosegados no es reposo, sino pereza’.

‘Especie de vanagloria es mucho recogimiento’.

‘Mal se vive entre gentes sospechosas’.

‘Espera vencer a la desgracia el que se encuentra inocente’.

‘Virtuosa cosa es perdonar a quien se arrepiente’.

‘Llamas a la desdicha cuando dichoso te haces’.

‘Injusto es hacer mal al que menos veces te lo hizo’.

‘Desagradecido es el que agradeciendo tiene ojo a otro segundo beneficio’.

‘Desagradecido es el que con igual beneficio agradece’.

‘Sufrible es todo lo pasado; lo que se teme da mayor cuidado’.

‘Muchas veces la ley se somete a la utilidad’.

‘Mejor se guarda lo que con trabajo se gana’.

‘No es grave el mal que admite consejo’.

‘Mejor puede usar de sus apetitos el que mejor los puede encubrir’.

‘Menos teme el que de cerca teme’.

‘El miedo hace a los hombres pecheros [plebeyo]’.

‘Menos duran los deleites que su memoria’.

‘Ligera es la desgracia que puede sufrirse, y la que no, breve’.

‘Todo es posible a quien no teme los trabajos’.

‘Lloren los ojos, mas no el alma’.

‘Llevadero sería todo trabajo, si no lo acrecentase la opinión de las gentes’.

‘Nadie puede ganar sin que otro pierda’.

‘La mujer no admite medio: o ama mucho, o aborrece mucho’.

‘La buena memoria es principio de la sabiduría’.

‘No tiene perfecto amor el que sufre ver morir’.

‘Hasta la muerte huye de los desgraciados’.

‘Fácilmente cree el desdichado’.

‘Grande remedio es la demencia para los que temen’.

‘Mucho falta al que mucho tiene’.

‘Malo es el consejo que no se puede mudar’.

‘Más agradable es dar que recibir’.

‘El mal consejo, para el que lo da es peor’.

‘La virtud aborrece a los espíritus bajos’.

‘Poco bien alegra al pobre’.

‘Alivio es de trabajos el reposo’.

‘Mucho se descubre en su rostro el temeroso’.

‘Mayor trabajo es venir a miseria que tenerla’.

‘El desdichado no cree a la prosperidad cuando viene’.

‘Las cosas que mucho suben, al mejor tiempo caen’.

‘El mayor castigo de la injuria es haberla hecho’.

‘La enfermedad que sobreviene al convaleciente es más peligrosa’.

‘Muy poco nos es absolutamente necesario’.

‘Ninguno es de otro menospreciado, si no lo es antes de sí’.

‘Los afligidos se apartan de lo que aman mucho’.

‘Más ama el que con mayor peligro se pone a menos provecho’.

‘Mal se agradece lo que mal se dio’.

‘Muchos son desgraciados, pero los más por nuestra culpa’.

‘Pesada y molesta palabra es ruego’.

‘Especie de misericordia es matar de súbito’.

‘Menos se siente perder lo que nunca pudo alegrar’.

‘Mejor es tener bienes, aunque sea para dejarlos, que no tenerlos’.

‘Mal consuelo es tener compañeros de desgracia’.

‘Pierde la virtud sus fuerzas si le falta oposición’.

‘No hay grandes ejemplos sino de mala fortuna’.

‘Más siente los trabajos el que de ellos no tiene expenencia’.

‘Dar consejo es virtud de segundo orden’.

‘Mejor es tener a la verdad obligada que confiar en ella’.

‘Mala salud es la que por otra enfermedad se alcanza’.

‘No se debe poner la espada en manos del desesperado’.

‘Más se estima el beneficio que dio principio a la amistad’.

‘Muchas cosas tienen reputación, no por su valor, mas por flaqueza nuestra’.

‘Mejor debe ser nuestra vida que la del pueblo, mas no contraria’.

‘De muchos riesgos nos excusaríamos si tuviéramos siempre testigos’.

‘Más se aumenta el valor en competencia’.

‘A muchos fue causa de temer, poder ser temidos’.

‘Trabajosa cosa es comenzar siempre la vida’.

‘Miéntese muchas veces solamente por costumbre’.

‘Mucho puede la casualidad en nuestra vida, porque vivimos por casualidad’.

‘Sepultura es de ingenios la sensualidad’.

‘Mucho camino tiene andado para mejorar las costumbres el que desea mejorarlas’.

‘Los desgraciados casi nos fuerzan a ser duros e insensibles’.

‘No es buena la causa que tiene necesidad de compasión’.

‘Malo se puede llamar el que solamente por su provecho es bueno’.

‘Con gran peligro se guarda lo que a muchos agrada’.

‘A los que poca experiencia tienen, mucho les acrecienta su mal, pensar que no tienen semejante’.

‘Menos agravio se hace al que presto se niega lo que pide’.

‘Con grande espíritu se deben determinar cosas grandes’.

‘Más cuenta tiene con Dios el desdichado que el feliz’.

‘Grande es la elocuencia que place al que oye contra su voluntad’.

‘No hay mal que no haga una mujer airada’.

‘Nunca un peligro sin otro se vence’.

‘En grandes porfías la verdad se pierde’.

‘Más difícil es vencernos a nosotros que a nuestros enemigos’.

‘No es vileza lo que se hace por no poder más’.

‘Ninguno, si no se compara, es desdichado’.

‘No hay cosa, por chica que sea, en que no quepa virtud’.

‘Para hacer mal, poco tiempo basta’.

‘No se puede sin peligro acometer a los poderosos’.

‘No hay felicidad que dure mucho’.

‘No es blando el camino del cielo’.

‘No hay cosa más fuerte que el verdadero amor’.

‘Cuanto mayor es la prosperidad, tanto menos se debe confiar de ella’.

‘No bastan en una nación las fuerzas sin la unión, ni la unión sin fuerzas’.

‘Es cobardía menospreciar la vida, y esfuerzo resistir a grandes desgracias’.

‘No hay cosa honesta que no sea útil’.

‘No tiene la felicidad cosa semejante a lo que muestra’.

‘No hay soledad en que alguno no viva por pasatiempo’.

‘No hizo naturaleza cosa dificultosa de las que al hombre son necesarias’.

‘Lo necesario no falta en destierro, y para lo superfluo no bastan reinos’.

‘De hombres es sentir los males, y flaqueza es no sufrirlos’.

‘El que verdaderamente ama, nunca mira su provecho’.

‘Solamente pueden consolar al triste la razón y el trabajo honesto’.

‘No se confiesa obligado quien no recibió’.

‘No hay cosa tan cara como la que con ruegos se compra’.

‘Insufrible cosa es haber de rogar por lo que se concedió’.

‘Doloroso es el tiempo que entre dudas se pasa’.

‘Ninguno nace para pasar la vida sin trabajo’.

‘De ninguna suerte debemos fiarnos menos que de la buena’.

‘No hay cosa perpetua, y aun son muchas las que poco duran’.

‘La prosperidad que más dura es la que vino despacio’.

‘No hay desgraciado que no halle consuelo con la vista de otro más desgraciado’.

‘Carecemos de libertad para nacer a nuestro arbitrio’.

‘No es ofensa partir por medio con el más poderoso’.

‘De nuestras cosas, la que perdimos nos parece la mejor’.

‘Muy sentida es la muerte en que el padre queda vivo’.

‘Lo que más se ama, más veces corre peligro’.

‘Nadie aceptaría la vida si al tiempo de recibirla tuviese entendimiento’.

‘Felicidad es no necesitar de ella’.

‘El que sin peligro vence no consigue la gloria’.

‘Ninguno vive tan pobre, que más no naciese’.

‘Ningún trabajo que una sola vez se ha de pasar es grande’.

‘No se debe adquirir el amigo en la mesa’.

‘No es beneficio el que nos obliga a recibir’.

‘Nadie se cree culpado si es él su mismo juez’.

‘No puede el codicioso ser agradecido’.

‘No hay contentamiento más cierto que el que no se puede quitar’.

‘No hay desgracia igual a la execración pública’.

‘No tiene bajo espíritu el que por hacer cosas grandes se infama’.

‘Menos se debe al que menos se conoce’.

‘Ninguno hay tan bajo, que no pueda esperar venganza de otro mayor’.

‘Fácil se nos hace la cura, por grave que sea, si se siente provecho en ella’.

‘En ninguno es la ira más peligrosa que en el que a otros castiga’.

‘El sabio no castiga por venganza de lo pasado, sino por remedio de lo venidero’.

‘No hace beneficio quien mira a la prosperidad del que lo recibe’.

‘Ninguno yerra para sí solo’.

‘No hagas juez de la vida a la opinión popular, sino a tu sola conciencia’.

‘Toda virtud se adquiere con trabajo’.

‘Nunca hubo muerte de que no hubiese queja’.

‘No es deshonor no alcanzar una cosa, sino cesar de poner los medios’.

‘No hace buenas obras el que contra su voluntad es útil’.

‘Solamente sabe mucho el que sabe lo bastante para vencer’.

‘Para grandes cosas mucho tiempo se requiere’.

‘No es destierro el sitio en que estamos seguros’.

‘No hay desgracia a que falte remedio’.

‘En ninguna parte está el que en todas está’.

‘Ninguna desgracia es grande si es la última’.

‘Nunca mucho costó poco’.

‘No puede el médico curar bien sin tener presente al enfermo’.

‘Nunca es demasía publicar lo que es necesario se sepa’.

‘No se debe hablar sino al que con voluntad escucha’.

‘Alguna cosa sucede bien al que muchas prueba’.

‘Poco tiene que esperar aquel a quien la vejez hizo vecino a la muerte’.

‘Ningún descubrimiento se haría ya, si nos contentáramos con lo que sabemos’.

‘No tiene el valor en su punto aquel cuyas obras no son conformes’.

‘No puede haber orden cuando hay mucha prisa’.

‘Hónrese cada uno con lo que le pertenece’.

‘Quien mucho ama no teme’.

‘Todo lo vence la porfiada diligencia’.

‘No interesa el que leas muchos libros, mas interesa mucho el que sean buenos los que leas’.

‘No hay esclavitud más vergonzosa que la voluntaria’.

‘Sirven de impedimento para la felicidad las muchas ocupaciones’.

‘Ninguno desea darse tristeza a sí mismo’.