Seneca

SELECCIÓN DE FRASES:

‘Pesa las opiniones, no las cuentes’.

‘En las discusiones prolongadas se pierde la verdad’.

‘El que decide un caso sin oír a la otra parte, aunque decida justamente no puede ser considerado justo’.

Cuando una parte del todo cae, lo demás no está seguro’.

‘Pequeña es el alma de aquel a quien cosas terrenas debilitan’.

‘No es pobre quien poco tiene sino desea más’.

‘Los hombres aprenden mientras enseñan’.

‘No es feliz quien no piensa que lo es’.

‘Lo que opinas de ti mismo es mucho más pertinente que lo que los demás opinan de ti’.

‘Gran parte de la bondad consiste en querer ser bueno’.

‘La amistad siempre aprovecha, el amor hiere a veces’.

‘Es preciso que vivas para otro si quieres vivir para ti’.

‘Nadie llegó a sabio por casualidad’.

‘Cada uno es tan desgraciado como cree serlo’.

‘La naturaleza no da la virtud: es el arte de hacerse bueno’.

‘Dar consejos al sabio es superfluo y al necio inútil’.

‘La vida es milicia’.

‘Aprendemos para la escuela no para la vida’.

‘La buena salud viene de la cabeza’.

‘Ni la prosperidad envanece al sabio ni la adversidad lo abate’.

‘Las costumbres de los filósofos no están conformes con sus preceptos; pero si no viven como enseñan, enseñan cómo se debe vivir’.

‘Fiarse de todo el mundo y no fiarse de nadie son dos vicios: pero en el uno se encuentra más virtud, y en el otro más seguridad’.

‘Estar en ocio muy prolongado, no es reposo, es pereza’.

‘El lenguaje de la verdad es sencillo’.

‘El fuego prueba el oro; la miseria los hombres fuertes’.

‘El lenguaje de la verdad debe ser simple y sin artificios’.

‘Muy pocos aciertan antes de errar’.

‘Lo que las leyes no prohíben, puede prohibirlo la honestidad’.

‘Lo que has de decir, antes de decirlo a otro, dítelo a ti mismo’.

‘No es porque las cosas sean difíciles por lo que no nos atrevemos; sino que por no atrevernos ellas se hacen arduas’.

‘Es rey quien nada teme, es rey quien nada desea; y todos podemos darnos ese reino’.

‘Sin estudiar enferma el alma’.

‘Las obras se tienen medio terminadas cuando se han comenzado bien’.

‘Largo es el camino de la enseñanza por medio de teorías; breve y eficaz por medio de ejemplos’.

‘Prefiero molestar con la verdad que complacer con adulaciones’.

‘La armonía total de este mundo está formada por una natural aglomeración de discordancias’.

‘Nada es tan bajo y vil como el ser altivo con el humilde’.

‘Menos camino hay de la virtud a los vicios que de los vicios a la virtud’.

‘Lo necesario, aunque cueste sólo un céntimo, es caro’.

‘Igual virtud es moderarse en el gozo que moderarse en el dolor’.

‘Todas las cosas nos son ajenas; sólo el tiempo es nuestro’.

‘La vida no es el bien ni el mal, sino simplemente el escenario del bien y del mal’.

‘Tenemos los vicios ajenos delante de los ojos y los propios a la espalda’.

‘La felicidad es no necesitarla’.

‘No se debe imitar a uno solo, aunque sea el más sabio’.

‘La juventud debe acumular; la vejez, usar’.

‘Estudia no para saber algo más sino para saber algo mejor’.

‘No hay viento favorable para el que no sabe dónde va’.

‘La virtud está en hacer beneficios que sin duda no van a ser correspondidos’.

‘La lealtad constituye el más sagrado bien del corazón humano’.

‘No tengamos envidia de los que están encaramados, porque lo que nos parece altura es despeñadero’.

‘Mi nacimiento no me vincula a un único rincón. El mundo entero es mi patria’.

‘El que pide con timidez invita a negar’.

‘Nuestro defecto es aprender más por la escuela que por la vida’.

‘Cuanto mayor es la prosperidad, tanto menos se debe confiar en ella’.

‘La llaga del amor, quien la sana, la hace’.

‘No existe ningún gran genio sin un toque de demencia’.

‘Al comienzo fueron vicios, hoy son costumbres’.

‘Los espíritus fuertes disfrutan de las adversidades como los soldados intrépidos triunfan en las guerras’.

‘Quien pretende llegar a un sitio determinado, emprenda un solo camino y déjese de tantear muchos a un tiempo. Pues esto último no es caminar, sino vagar’.

‘Procuremos olvidar lo que traído a la memoria nos entristece’.

‘Quien se aflige antes de tiempo, se aflige más de lo necesario’.

‘Con el fuego se prueba el oro. Con las desgracias, los grandes corazones’.

‘El mejor límite para el dinero es el que no permite caer en la pobreza ni alejarse mucho de ella’.

‘El favor consiste no en lo que se hace o se da, sino en el ánimo con que se da o se hace’.

‘Cuando no se puede corregir algo, lo mejor es saberlo sufrir’.

‘El galardón de las buenas obras es haberlas hecho. No hay otro premio digno’.

‘Nada es más contrario a la curación que el cambiar frecuentemente de remedios’.

‘Nadie puede ganar sin que otro pierda’.

‘Tiénese por virtud la maldad que sale bien’.

‘En obligación nos pone de dar el haber ya dado’.

‘No hay más calma que la engendrada por la razón’.

‘Es tan grande el placer que se experimenta al encontrar un hombre agradecido que vale la pena de arriesgarse a hacer un ingrato’.

‘Procura en tus estudios no saber más que los otros, sino saberlo mejor’.

‘No hay su día sin su pena’.

‘Sufrimos más por nuestras opiniones que por los acontecimientos mismos’.

‘Al hombre sabio no se le puede injuriar’.

‘Ningún árbol es fuerte sin continuos vientos; pues con ellos se fortifican sus raíces’.

‘Aquel a quien el crimen es beneficioso es el que lo ha cometido’.

‘Es a menudo más conveniente disimular una injuria que vengarla’.

‘La vida es como una leyenda: no importa que sea larga, sino que esté bien narrada’.

‘Grandes riquezas, gran esclavitud’.

‘No es preciso tener muchos libros, sino tenerlos buenos’.

‘Todo lo debemos consultar con el amigo, mas primero hay que consultar si lo es’.

‘La embriaguez no crea los vicios, se limita a ponerlos en evidencia’.

‘En la adversidad conviene muchas veces tomar un camino atrevido’.

‘Si quieres vivir feliz, no te importe que te crean tonto’.

‘Es mucho más importante que te conozcas a ti mismo que darte a conocer a los demás’.

‘Escucha aun a los pequeños, porque nada es despreciable en ellos’.

‘En tres tiempos se divide la vida: en presente, pasado y futuro.  De éstos, el presente es brevísimo; el futuro, dudoso; el pasado, cierto’.

‘Incierto es el lugar en donde la muerte te espera; espérela, pues, en todo lugar’.

‘Incontenida, la cólera es frecuentemente más dañina que la injuria que la provoca’.

‘El que no quiera vivir sino entre justos, viva en el desierto’.

‘La mayor rémora de la vida es la espera del mañana y la pérdida del día de hoy’.

‘El trabajo y la lucha llaman siempre a los mejores’.

‘Languidece la virtud sin adversarios’.

‘No os espante la muerte; o extermina o transforma vuestra existencia’.

‘El hombre más poderoso es el que es dueño de sí mismo’.

‘No hay cosa más fuerte que el verdadero amor’.

‘Viven más contentos aquellos en quienes jamás puso los ojos la fortuna, que los otros de quienes los apartó’.

‘Considera las contrariedades como un ejercicio’.

‘No os espante el dolor; o tendrá fin o acabará con vosotros’.

‘No os espante la pobreza; nadie vive tan pobre como nació’.

‘No hay ninguna cosa buena que no tenga su base en la razón’.

‘Teméis todas las cosas como mortales y todas las deseáis como inmortales’.

‘La adversidad es ocasión de virtud’.

‘La esclavitud más denigrante es la de ser esclavo de uno mismo’.

‘Un solo bien puede haber en el mal: la vergüenza de haberlo hecho’.

‘Bastaría por remedio ser mejores que los malos’.

‘Procuramos olvidar lo que, traído a la memoria, nos entristece’.

‘Necesarios son nuevos favores de la fortuna para conservar la felicidad’.

‘Con facilidad se adquiere lo preciso para la vida’.

‘Doloroso es que comencemos a vivir cuando morimos’.

‘Necesaria es la experiencia para saber cualquier cosa’.

‘El valor es siempre ambicioso de peligros’.

‘Argumento es de ser casta el ser fea’.

‘No hay nadie tan humilde, que no tenga para dañar’.

‘Prueba es de virtud el desagradar a los malvados’.

‘Tenemos en mucho precio los beneficios que hacemos’.

‘Industria [habilidad para hacer una cosa] es la aparente simpleza’.

‘Ajeno es todo lo que nos viene en deseo’.

‘El que siempre busca grandezas, alguna vez las encuentra’.

‘Mozos fueron primero los que ahora son hombres’.

‘Más dura la memoria de las injurias recibidas que de los beneficios’.

‘Extremadísima crueldad es dilatar el castigo’.

‘Para bien obrar, el que da debe olvidarlo luego y el que recibe, nunca’.

‘Un amor apaga otro amor, y un temor otro temor’.

‘No es necesaria la fortuna para sólo subsistir’.

‘Desde la infancia da señales el ingenio’.

‘Aunque amor sea virtud, algunas veces perjudica’.

‘Los demasiados frutos no llegan a madurar’.

‘Sé útil primero a los demás, si quieres ser útil a ti mismo’.

‘La sencillez y claridad distinguen el lenguaje del hombre de bien’.

‘Muy pocos aciertan antes de errar’.

‘Espera que te hagan a ti lo que tú haces a otro’.

‘Amor por nuestra voluntad se toma, mas no por voluntad nuestra se deja’.

‘Debe amarse al padre si es bueno, y sufrirle si malo’.

‘Tuyo haces el vicio que a tu amigo disimulas’.

‘El que disputa con un beodo, disputa con un hombre ausente’.

‘La mala nueva luego se cree’.

‘Buena es la mujer cuando abiertamente es mala’.

‘El avaro nunca hace cosa acertada sino cuando muere’.

‘La edad se descubre más cuando se disimula con arte’.

‘La llaga de amor, quien la sana, la hace’.

‘El que súbito se determina, súbito se arrepiente’.

‘La ambición por la honra nunca mira obstáculos’.

‘Recibe beneficio el que lo hace al que lo merece’.

‘Con buena suerte hemos nacido si no la malogramos’.

‘El beneficio que a todos se hace, a ninguno se hace’.

‘Siempre el esperar, aunque sea el bien, da cuidado’.

‘Feliz quien desprecia la fortuna’.

‘Desdichado es el que por tal se tiene’.

‘La inconstancia acorta los días de nuestra vida’.

‘Las buenas costumbres se conforman unas con otras, y por eso duran’.

‘Doble valor tendrá el beneficio que otorgues sin que te lo hayan pedido’.

‘Vende su propia voluntad el que recibe ajeno beneficio’.

‘Pide ajeno beneficio el que refiere el suyo’.

‘Bueno es tener fama, pero más seguro es tener dinero’.

‘Dos veces vence el que en la victoria se vence a sí’.

‘El liberal, aún para dar busca ocasión’.

‘Pesado sueño tiene el que no siente cuán mal duerme’.

‘Lo que de raíz se aprende, nunca del todo se olvida’.

‘Buena es la riqueza si la manda la razón’.

‘Ofensa hace a los buenos el que a los malos perdona’.

‘Quien puede ser injusto quiere serIo’.

‘Alivia el trabajo del camino el compañero elocuente’.

‘El buen suceso disculpa la temeridad’.

‘La desgracia es a veces ocasión de virtud’.

‘La casualidad es a veces favorable’.

‘Causa es de obrar mal el haber obrado’.

‘Curioso es naturalmente nuestro ingenio’.

‘En obligación nos pone de dar el haber dado’.

‘Despreciable cosa es el hombre cuando no se levanta sobre su esfera’.

‘Tanto más crece el esfuerzo, cuanto más consideramos la grandeza de lo emprendido’.

‘Ninguna esperanza queda de virtud, cuando no solamente deleitan los vicios, sino que se aprueban’.

‘Cruel es quien al afligido reprende’.

‘No hay cosa que mucho tiempo agrade al que en ninguna tiene asiento’.

‘Debe tomarse consejo conforme al día, y si es posible, conforme a la hora’.

‘La poca templanza del enfermo hace al médico ser cruel’.

‘La virtuosa mujer manda a su marido obedeciéndole’.

‘Difícilmente se hallan palabras que retraten al vivo las grandes desdichas’.

‘Merece salir engañado el que, al hacer un beneficio, tenía cuenta con la recompensa’.

‘El peligro que no se teme, más presto viene’.

‘Cuando alguna parte del todo cae, la que queda no está segura’.

‘La diversidad de libros distrae el entendimiento’.

‘Arrojo nos da la ira’.

‘Consuelo es en las grandes desgracias el que no pueda sobrevenir otra mayor’.

‘Determínese despacio lo que para siempre se resuelve’.

‘Para morir, el mejor de los tiempos es el próspero’.

‘No perdemos lo que ignoramos haber perdido’.

‘El que desee vencer, prepárese para la guerra de mucho tiempo’.

‘No todas las cosas están bien a todos’.

‘Los males dudosos atormentan más’.

‘El que promete dudosa salud al afligido, se la niega’.

‘Tarde se olvida lo que se aprende por mucho tiempo’.

‘Las lágrimas del heredero son risas encubiertas’.

‘Conceder los ruegos que son en daño del rogador es bondad cruel’.

‘Hasta el que se aparta de la virtud, la reconoce’.

‘La carencia de una cosa le da precio’.

‘Hasta de males hay ambición’.

‘Debe esperarse la muerte que la naturaleza ordena’.

‘Muchas veces por dolor la inocencia se hace culpar’.

‘La diligencia nos parece tardanza cuando deseamos una cosa’.

‘Por el vicio ajeno enmienda el sabio el suyo’.

‘Al infeliz sóbranle y fáltanle pensamientos’.

‘La virtud impide a los valientes llorar, y a los débiles lo manda’.

‘Súfrase, y no se reprenda lo que excusar no se puede’.

‘Paciencia muchas veces ofendida trastorna el juicio’.

‘El miedo se pinta en el rostro’.

‘Más continua es adversa que próspera fortuna’.

‘Haz lo que debes, y no lo que puedes’.

‘Menos camino hay de la virtud al vicio, que de los vicios a la virtud’.

‘Mejor sufre el mal quien siempre le teme’.

‘No hay manjar caro para el glotón’.

‘La frugalidad es una pobreza voluntaria’.

‘Dichoso es el que no lo parece a los otros, sino a sí’.

‘La felicidad no mira de dónde nace, sino adónde puede llegar’.

‘Venturoso premio de la virtud es ser aborrecido de los viciosos’.

‘Más seguro está en la virtud el que ya pasó por los vicios’.

‘La confianza produce muchas veces la lealtad’.

‘Para mayores desgracias guarda la fortuna a quien favorece’.

‘Tolerable es el infortunio que es común a muchos’.

‘La fortuna teme a los valientes y avasalla a los cobardes’.

‘La fortuna puede robarnos la hacienda, pero no el valor’.

‘Hasta la desgracia se cansa’.

‘El fin de un trabajo es principio de otro’.

‘Tiénese por virtud la maldad que sucede bien’.

‘Mejor es la salud que nunca se perdió’.

‘Grande recomendación tiene un rostro hermoso’.

‘El que recibe lo que no puede pagar, engaña’.

‘Confiesa el delito el que huye del juicio’.

‘Cosas fingidas pronto vuelven a su natural’.

‘Al que una vez perdió el crédito, nada le queda que perder’.

‘No se contenta la fortuna de hacer un solo daño’.

‘Lleva en bien pequeños trabajos el que pasó por otros mayores’.

‘Más fácilmente se entiende lo que por partes se propone’.

‘Con más dificultad comienzan los honores que prosiguen’.

‘En poco precio se tiene lo adquirido de gracia’.

‘El que esgrime [usar una cosa para defenderse], en el mismo ejercicio aprende las reglas’.

‘El trabajo sirve de nutrimiento a los pecados generosos’.

‘Más grata es la virtud en una persona hermosa’.

‘El peor enemigo es el traidor’.

‘Desgracia imprevista nos hiere más fuertemente’.

‘Despreciable honra es la que en la ociosidad se granjea’.

‘Feas palabras, aun livianamente dichas ofenden’.

‘Para venir a mucho, se había de comenzar por poco’.

‘En ninguna parte se siente más la pobreza que en el destierro’.

‘El piloto muestra en la tempestad su saber y su valor’.

‘Mucho se siente quedar atrás en honores a aquellos en quienes en virtud precedemos’.

‘Sola es loable la ambición por no perder el tiempo’.

‘Honrosa es la alegre pobreza’.

‘El que no obtiene cargos públicos no se tiene por honrado’.

‘Los placeres aun después de haber pasado recrean’.

‘Halla en la desgracia consuelo el que lo prodigó en la prosperidad’.

‘La pobreza se ve obligada a tentar todos los caminos’.

‘Su ponzoña tienen las palabras blandas’.

‘Honrosamente sirve el que conforme a las circunstancias sirve’.

‘Mejor es hacer a otros herederos, que buscar a quien heredar’.

‘De vivir y de morir nos pesa’.

‘Sin razón se queja del mar el que otra vez navega’.

‘Grandísima caída es de señor a esclavo’.

‘Muchas veces las ofensas son incentivo del valor’.

‘La furia del mancebo, súbito se enciende y fácilmente se apaga’.

‘Presume de tu amigo, que puede ser en algún tiempo tu enemigo’.

‘No tiene seguro el cetro un príncipe aborrecido’.

‘En las grandes desgracias faltan las lágrimas’.

‘Víspera es una desgracia de otra desgracia’.

‘El ánimo inconstante, cuanto más procura saber, menos sabe’.

‘Hasta los vicios de quien mucho amamos nos placen’.

‘De los males posibles ninguno peor que la opinión del vulgo’.

‘Débese guardar con más cuidado lo que no se sabe cuándo ha de faltar’.

‘No tiene la fortuna poder en el tiempo que pasa’.

‘Maldad es no dejar el beneficio a merced del que lo hace’.

‘Justa causa de alegría es ver alegre a un amigo’.

‘Ingrato es el que sólo en secreto es agradecido’.

‘Muchas cosas hay que todavía carecen de nombre’.

‘El que desea hacer una injuria, ya la hizo’.

‘El que airado procura hacer daño, no se guarda del que le puede suceder’.

‘En el pecho del sabio, aun sanada la herida, queda señal’.

‘En lo mal comenzado, por más honrosa se tiene la porfía que el arrepentimiento’.

‘Ingrato es el que por miedo es agradecido’.

‘El mayor mal que en los vicios puede haber, es convertirse los unos en los otros’.

‘Propio de un hombre débil es no saber usar de las riquezas’.

‘Más alegre cosa es granjearse un amigo que tenerlo’.

‘De torpes deleites no queda sino el arrepentimiento’.

‘El conocimiento del vicio es principio de virtud’.

‘Aquella se puede llamar felicidad, que con nuestros deseos se mide’.

‘La fortuna no tiene poder en nuestras costumbres’.

‘Flaqueza es temer lo que nunca experimentamos’.

‘Débil es el que por evitar las desgracias abraza la muerte, y necio el que vive para ellas solas’.

‘En convites no hay plática que llegue al cabo’.

‘Estar en el ocio muy sosegados no es reposo, sino pereza’.

‘Especie de vanagloria es mucho recogimiento’.

‘Mal se vive entre gentes sospechosas’.

‘Espera vencer a la desgracia el que se encuentra inocente’.

‘Virtuosa cosa es perdonar a quien se arrepiente’.

‘Llamas a la desdicha cuando dichoso te haces’.

‘Injusto es hacer mal al que menos veces te lo hizo’.

‘Desagradecido es el que agradeciendo tiene ojo a otro segundo beneficio’.

‘Desagradecido es el que con igual beneficio agradece’.

‘Sufrible es todo lo pasado; lo que se teme da mayor cuidado’.

‘Muchas veces la ley se somete a la utilidad’.

‘Mejor se guarda lo que con trabajo se gana’.

‘No es grave el mal que admite consejo’.

‘Mejor puede usar de sus apetitos el que mejor los puede encubrir’.

‘Menos teme el que de cerca teme’.

‘El miedo hace a los hombres pecheros [plebeyo]’.

‘Menos duran los deleites que su memoria’.

‘Ligera es la desgracia que puede sufrirse, y la que no, breve’.

‘Todo es posible a quien no teme los trabajos’.

‘Lloren los ojos, mas no el alma’.

‘Llevadero sería todo trabajo, si no lo acrecentase la opinión de las gentes’.

‘Nadie puede ganar sin que otro pierda’.

‘La mujer no admite medio: o ama mucho, o aborrece mucho’.

‘La buena memoria es principio de la sabiduría’.

‘No tiene perfecto amor el que sufre ver morir’.

‘Hasta la muerte huye de los desgraciados’.

‘Fácilmente cree el desdichado’.

‘Grande remedio es la demencia para los que temen’.

‘Mucho falta al que mucho tiene’.

‘Malo es el consejo que no se puede mudar’.

‘Más agradable es dar que recibir’.

‘El mal consejo, para el que lo da es peor’.

‘La virtud aborrece a los espíritus bajos’.

‘Poco bien alegra al pobre’.

‘Alivio es de trabajos el reposo’.

‘Mucho se descubre en su rostro el temeroso’.

‘Mayor trabajo es venir a miseria que tenerla’.

‘El desdichado no cree a la prosperidad cuando viene’.

‘Las cosas que mucho suben, al mejor tiempo caen’.

‘El mayor castigo de la injuria es haberla hecho’.

‘La enfermedad que sobreviene al convaleciente es más peligrosa’.

‘Muy poco nos es absolutamente necesario’.

‘Ninguno es de otro menospreciado, si no lo es antes de sí’.

‘Los afligidos se apartan de lo que aman mucho’.

‘Más ama el que con mayor peligro se pone a menos provecho’.

‘Mal se agradece lo que mal se dio’.

‘Muchos son desgraciados, pero los más por nuestra culpa’.

‘Pesada y molesta palabra es ruego’.

‘Especie de misericordia es matar de súbito’.

‘Menos se siente perder lo que nunca pudo alegrar’.

‘Mejor es tener bienes, aunque sea para dejarlos, que no tenerlos’.

‘Mal consuelo es tener compañeros de desgracia’.

‘Pierde la virtud sus fuerzas si le falta oposición’.

‘No hay grandes ejemplos sino de mala fortuna’.

‘Más siente los trabajos el que de ellos no tiene expenencia’.

‘Dar consejo es virtud de segundo orden’.

‘Mejor es tener a la verdad obligada que confiar en ella’.

‘Mala salud es la que por otra enfermedad se alcanza’.

‘No se debe poner la espada en manos del desesperado’.

‘Más se estima el beneficio que dio principio a la amistad’.

‘Muchas cosas tienen reputación, no por su valor, mas por flaqueza nuestra’.

‘Mejor debe ser nuestra vida que la del pueblo, mas no contraria’.

‘De muchos riesgos nos excusaríamos si tuviéramos siempre testigos’.

‘Más se aumenta el valor en competencia’.

‘A muchos fue causa de temer, poder ser temidos’.

‘Trabajosa cosa es comenzar siempre la vida’.

‘Miéntese muchas veces solamente por costumbre’.

‘Mucho puede la casualidad en nuestra vida, porque vivimos por casualidad’.

‘Sepultura es de ingenios la sensualidad’.

‘Mucho camino tiene andado para mejorar las costumbres el que desea mejorarlas’.

‘Los desgraciados casi nos fuerzan a ser duros e insensibles’.

‘No es buena la causa que tiene necesidad de compasión’.

‘Malo se puede llamar el que solamente por su provecho es bueno’.

‘Con gran peligro se guarda lo que a muchos agrada’.

‘A los que poca experiencia tienen, mucho les acrecienta su mal, pensar que no tienen semejante’.

‘Menos agravio se hace al que presto se niega lo que pide’.

‘Con grande espíritu se deben determinar cosas grandes’.

‘Más cuenta tiene con Dios el desdichado que el feliz’.

‘Grande es la elocuencia que place al que oye contra su voluntad’.

‘No hay mal que no haga una mujer airada’.

‘Nunca un peligro sin otro se vence’.

‘En grandes porfías la verdad se pierde’.

‘Más difícil es vencernos a nosotros que a nuestros enemigos’.

‘No es vileza lo que se hace por no poder más’.

‘Ninguno, si no se compara, es desdichado’.

‘No hay cosa, por chica que sea, en que no quepa virtud’.

‘Para hacer mal, poco tiempo basta’.

‘No se puede sin peligro acometer a los poderosos’.

‘No hay felicidad que dure mucho’.

‘No es blando el camino del cielo’.

‘No hay cosa más fuerte que el verdadero amor’.

‘Cuanto mayor es la prosperidad, tanto menos se debe confiar de ella’.

‘No bastan en una nación las fuerzas sin la unión, ni la unión sin fuerzas’.

‘Es cobardía menospreciar la vida, y esfuerzo resistir a grandes desgracias’.

‘No hay cosa honesta que no sea útil’.

‘No tiene la felicidad cosa semejante a lo que muestra’.

‘No hay soledad en que alguno no viva por pasatiempo’.

‘No hizo naturaleza cosa dificultosa de las que al hombre son necesarias’.

‘Lo necesario no falta en destierro, y para lo superfluo no bastan reinos’.

‘De hombres es sentir los males, y flaqueza es no sufrirlos’.

‘El que verdaderamente ama, nunca mira su provecho’.

‘Solamente pueden consolar al triste la razón y el trabajo honesto’.

‘No se confiesa obligado quien no recibió’.

‘No hay cosa tan cara como la que con ruegos se compra’.

‘Insufrible cosa es haber de rogar por lo que se concedió’.

‘Doloroso es el tiempo que entre dudas se pasa’.

‘Ninguno nace para pasar la vida sin trabajo’.

‘De ninguna suerte debemos fiarnos menos que de la buena’.

‘No hay cosa perpetua, y aun son muchas las que poco duran’.

‘La prosperidad que más dura es la que vino despacio’.

‘No hay desgraciado que no halle consuelo con la vista de otro más desgraciado’.

‘Carecemos de libertad para nacer a nuestro arbitrio’.

‘No es ofensa partir por medio con el más poderoso’.

‘De nuestras cosas, la que perdimos nos parece la mejor’.

‘Muy sentida es la muerte en que el padre queda vivo’.

‘Lo que más se ama, más veces corre peligro’.

‘Nadie aceptaría la vida si al tiempo de recibirla tuviese entendimiento’.

‘Felicidad es no necesitar de ella’.

‘El que sin peligro vence no consigue la gloria’.

‘Ninguno vive tan pobre, que más no naciese’.

‘Ningún trabajo que una sola vez se ha de pasar es grande’.

‘No se debe adquirir el amigo en la mesa’.

‘No es beneficio el que nos obliga a recibir’.

‘Nadie se cree culpado si es él su mismo juez’.

‘No puede el codicioso ser agradecido’.

‘No hay contentamiento más cierto que el que no se puede quitar’.

‘No hay desgracia igual a la execración pública’.

‘No tiene bajo espíritu el que por hacer cosas grandes se infama’.

‘Menos se debe al que menos se conoce’.

‘Ninguno hay tan bajo, que no pueda esperar venganza de otro mayor’.

‘Fácil se nos hace la cura, por grave que sea, si se siente provecho en ella’.

‘En ninguno es la ira más peligrosa que en el que a otros castiga’.

‘El sabio no castiga por venganza de lo pasado, sino por remedio de lo venidero’.

‘No hace beneficio quien mira a la prosperidad del que lo recibe’.

‘Ninguno yerra para sí solo’.

‘No hagas juez de la vida a la opinión popular, sino a tu sola conciencia’.

‘Toda virtud se adquiere con trabajo’.

‘Nunca hubo muerte de que no hubiese queja’.

‘No es deshonor no alcanzar una cosa, sino cesar de poner los medios’.

‘No hace buenas obras el que contra su voluntad es útil’.

‘Solamente sabe mucho el que sabe lo bastante para vencer’.

‘Para grandes cosas mucho tiempo se requiere’.

‘No es destierro el sitio en que estamos seguros’.

‘No hay desgracia a que falte remedio’.

‘En ninguna parte está el que en todas está’.

‘Ninguna desgracia es grande si es la última’.

‘Nunca mucho costó poco’.

‘No puede el médico curar bien sin tener presente al enfermo’.

‘Nunca es demasía publicar lo que es necesario se sepa’.

‘No se debe hablar sino al que con voluntad escucha’.

‘Alguna cosa sucede bien al que muchas prueba’.

‘Poco tiene que esperar aquel a quien la vejez hizo vecino a la muerte’.

‘Ningún descubrimiento se haría ya, si nos contentáramos con lo que sabemos’.

‘No tiene el valor en su punto aquel cuyas obras no son conformes’.

‘No puede haber orden cuando hay mucha prisa’.

‘Hónrese cada uno con lo que le pertenece’.

‘Quien mucho ama no teme’.

‘Todo lo vence la porfiada diligencia’.

‘No interesa el que leas muchos libros, mas interesa mucho el que sean buenos los que leas’.

‘No hay esclavitud más vergonzosa que la voluntaria’.

‘Sirven de impedimento para la felicidad las muchas ocupaciones’.

‘Ninguno desea darse tristeza a sí mismo’.

‘No hay cosa que más presto aborrezcamos que lo que nos incomoda’.

‘No hay cosa que más pronto torne a sí, que el amor’.

‘No consiste la felicidad de nuestra vida en vivir, sino en vivir bien’.

‘No hay determinación tan general, que en parte no falle’.

‘Al desdichado no hacer nada es lo mejor’.

‘No hay felicidad tan perfecta, que carezca de todo sinsabor’.

‘Nunca falta al avariento razón para negar’.

‘No debes exigir lo que tú debías negar’.

‘El delito lleva consigo mismo el castigo’.

‘No hay camino que no tenga fin’.

‘No hay grande desgracia que dure mucho’.

‘Para el hombre ocupado no hay día largo’.

‘No es bueno el que es mejor que el malvado’.

‘La virtud no permanece oculta’.

‘Naturalmente nos alegra el fin de nuestras desgracias’.

‘No se debe imitar a uno solo, aunque sea el más sabio’.

‘No hay mayor causa para llorar que no poder llorar’.

‘Con dificultad se cree lo que después de creído ha de dar pena’.

‘El que sin fundamento empieza, nunca tiene, en lo que hace, asiento’.

‘Ama como que has de aborrecer, y aborrece como que has de amar’.

‘El verdadero amor no sufre dilaciones’.

‘No sabe ser rey el que teme mucho el odio ajeno’.

‘La obediencia del vasallo hace pacífico al señor’.

‘Contumaz es toda pasión, y mala de despedir‘.

‘Toda vida es tormento’.

‘Bien acaba la virtud, si acaba primero la vida’.

‘Toda virtud es difícil de seguir, y aún lo que se acerca a la virtud’.

‘El sabio en la virtud debe siempre hacer fundamento’.

‘La dificultad de los tiempos es ley de la naturaleza’.

‘Virtud es sufrir al ingrato hasta que sea agradecido’.

‘Todo lo vence el hombre, menos el hambre’.

‘Toda arte es imitación de la naturaleza’.

‘Todo lo puede esperar el hombre mientras vive’.

‘Ningún vicio hay que no tenga disculpa alguna’.

‘En toda reprensión debe entrar la blandura’.

‘Todo es incierto aun al dichoso’.

‘Parte es de beneficio negar con buena disculpa’.

‘Del tormento se libra el que fácilmente lo sufre’.

‘No sabe tornar a su dueño la vergüenza que se fue’.

‘Al que va de prisa se le hace grande un pequeño estorbo’.

‘Mejor parece a los mozos el peor consejo’.

‘Pierde su gracia lo que muchas veces se mira’.

‘No sirven de nada las desgracias a aquel que no aprenda en ellas’.

‘A leyes del pueblo, por la mayor parte contradicen sabios’.

‘El pobre contra su voluntad se harta’.

‘Acrecienta el valor de los mantenimientos la dificultad con que se alcanzan’.

‘Nada se logra con restituir al pródigo lo que perdió’.

‘Parte de inocencia es la ceguedad’.

‘Muy cerca está de negar el que duda responder’.

‘Vicio es grande en el deudor hacer de su acreedor ofensa’.

‘Por patria reputamos la tierra donde vivimos felizmente’.

‘No es pesada la pobreza sino para aquel que la tiene por pesada’.

‘Quítanos la vergüenza de pecar la multitud de los que pecan’.

‘Ahógase el principio cuando se sigue grandeza’.

‘El primer grado de las riquezas es tener lo preciso, y el segundo la que basta’.

‘Perdiéronse las buenas costumbres, después que a los vicios se les dio el nombre de virtud’.

‘En poca costa nos mete el hambre, y en mucha el hastío’.

‘Virtuosa cosa es haber acabado de vivir antes de acabar la vida’.

‘Natural es de pobres contar muchas veces el caudal’.

‘Antes de ofrecer debemos detenernos, pero después de haber ofrecido, cumplirlo’.

‘Engaño hay cuando se concede lo que primero se negó’.

‘Lo segundo, después de no errar, es vergüenza de haber errado’.

‘Más daño hace el enemigo al que huye’.

‘Las pasiones aguzan el ingenio’.

‘¿Qué no vence la virtud?’.

‘La verdadera virtud, natural ha de ser, y no fingida’.

‘Quien no tiene que esperar, de nada debe desesperarse’.

‘Al que la razón no pudo dar remedio, muchas veces se lo dio la paciencia’.

‘Da causa para negar el que pide con temor’.

‘Sufra trabajos aquel a quien la suerte los da’.

‘El afligido cree con más facilidad lo que desea’.

‘Cosa ajena alaba el que a su prosapia [linaje] alaba’.

‘La desgracia no llega al hombre valeroso’.

‘Alegre nos es el recuerdo de las desgracias que han pasado’.

‘Cada uno sufre o goza según sus obras’.

‘No se puede asegurar la existencia de un solo día’.

‘El príncipe que desee sostenerse en el trono, gobierne con clemencia’.

‘El que en sí reconoce algún vicio, presume que de él se habla cuando se nombra aquel vicio’.

‘Lo más perfecto que hay en el hombre está libre del poder de los hombres’.

‘El que tarde dio, por mucho tiempo no quiso dar’.

‘Si alguna cosa deseas de mucho valor, procura que haya pocas como ella’.

‘El que, pudiendo, no evita el delito, lo consiente’.

‘Todo es lícito al vencedor’.

‘Lo que nunca se hizo, se puede hacer’.

‘La mayor parte del tormento es el tiempo que precede al tormento’.

‘Vicios hay que como señales de felicidad deleitan’.

‘Lo que a lo más alto llega, cerca está de caer’.

‘Menos venganza quiere el padre, de la que quiere la ley’.

‘Pide el beneficio el que a la memoria lo trae’.

‘Muchos hay que amando matan’.

‘El que de buena voluntad recibió algún beneficio, pagó la primera parte de su obligación’.

‘Poco se estima lo que se tiene en casa’.

‘Cosas hay que para saberlas no basta haberlas aprendido’.

‘No guardes mezquinamente tus bienes, ni los derrames con prodigalidad’.

‘El que de nuevo no quiere recibir, de lo recibido le pesa’.

‘Si de alguna cosa tuvieras necesidad, a ti mismo pídela prestada’.

‘Cumple religiosamente tus obligaciones del modo mismo que las contrayeres’.

‘Hay casos tan feos, que aun al que los castiga ofenden’.

‘Mejor es precaver lo venidero que disputar sobre lo pasado’.

‘Ejercítese antes de la obra, el que en ella se quisiere ver expedito’.

‘No consiente que le reprendan el que no reconoce haber errado’.

‘Debemos considerar quiénes somos, y no la reputación en que estamos’.

‘Siempre es peor el día siguiente’.

‘Menos dolor produce la desgracia que de antemano se teme’.

‘Muchas sutilezas despojan de sus bríos a la razón’.

‘No tiene que subir el que a lo más alto Ilegó’.

‘Pocos hay viejos y dichosos’.

‘Grosero es el tirano que con muerte castiga’.

‘Siempre los descendientes tornan a la raíz’.

‘Rey se puede llamar el que nada teme’.

‘El amor natural, si una vez falta, luego vuelve’.

‘Guarda es de reinos el miedo’.

‘Cosas grandes no se pueden restituir’.

‘El precio de la virtud es ella misma’.

‘Desasosegada cosa es la prosperidad’.

‘Yerra el que por odio del malo pone su inocencia en peligro’.

‘El que pudiendo no favorece al que está en peligro, ayuda a matarlo’.

‘Vilmente vive el que conforme a las costumbres del vulgo vive’.

‘El bien se conoce más tarde que el mal’.

‘Buen juicio y mucha plática [conversación], pocas veces se juntan’.

‘Uso y memoria, engendraron sabiduría’.

‘Nunca es tarde para vivir bien’.

‘Algunas veces se encubre con una maldad, otra’.

‘Alegre cosa es llegar al logro de nuestros deseos’.

‘Muchas veces la pasión nos ata la lengua’.

‘No hay cosa que más abata los espíritus que la pobreza’.

‘A nuestra diligencia debemos lo que contra voluntad de otro alcanzamos’.

‘Las esperanzas se encadenan’.

‘Otra muerte es no poder llorar en la muerte’.

‘La parte de vuestro cuerpo más sana es la que más se ejercita’.

‘Los estudios, aunque no tengan efecto, son dignos de loor’.

‘Más virtud es favorecer al malo por razón del bueno, que por causa del malo no ayudar al bueno’.

‘Si no hay diferencia en las costumbres todos son iguales’.

‘Si deseas ser amado, ama’.

‘Poco remedio queda al que más tarde se pone en regla [al que empieza a aprender de viejo]’.

‘Esperanza es nombre de un bien dudoso’.

‘Más pena nos da la opinión de trabajo que el trabajo mismo’.

‘Muy severo es el verdadero contentamiento’.

‘Yerra el que se aflige porque en algún tiempo ha de tener aflicción’.

‘Simpleza es loar en los hombres cosas ajenas’.

‘Trata a tu inferior como deseas ser tratado de tu superior’.

‘La inexperiencia destruye e inutiliza muchas buenas ocasiones’.

‘El que no quiera vivir sino entre justos, viva en un desierto’.

‘Pierde su autoridad la gravedad continua’.

‘Yerra el que no principia a aprender por parecerle que ya es tarde’.

‘Muchas veces es poco lo que se da, y mucho lo que de darlo se sigue’.

‘Mejor es saber cosas excusadas que no saber ninguna’.

‘Sencillos son los cuidados del bueno, y doblados los del malo’.

‘Muchas veces lo que no se halla cuando se busca, sale al encuentro cuando no se busca’.

‘Más apocado queda el que es fríamente alabado que el que es ásperamente reprehendido’.

‘No se puede formar de los mozos un juicio exacto’.

‘El que más experiencia tiene, teme más los peligros’.

‘El tiempo hace llevaderas las desgracias’.

‘Llevadera sería la pobreza, si no trajese consigo deshonra’.

‘Tanto pierde la buena obra de valor, cuanto tuvo de tardanza’.

‘No quiere el que tarde quiere’.

‘Más seguro está contra fortuna aquel a quien después de la fortuna le queda alguna cosa’.

‘Trabajoso es deber a quien no querrías deber’.

‘Más se teme lo que más veces acontece’.

‘En tanto tiene la razón poder, en cuanto está libre de pasión’.

‘No se da como se debe dar, lo que sin ser pensado se da’.

‘Apocado es el que consiente ser en beneficios vencido’.

‘Torpe pérdida es la que por negligencia se hace’.

‘Vergüenza es en el viejo no saber más de lo que lee’.

‘El que callar no puede, hablar no sabe’.

‘Vencedora de leyes es la osadía’.

‘En tanto se debe aprender, en cuanto no se sabe y aun en cuanto se vive’.

‘Tierras fértiles, afortunados hombres producen’.

‘Uno y otro es cobardía, querer y no querer morir’.

‘Mucha parte de la verdad se encubre a los que vista no tienen’.

‘Vergüenza tenemos de ser con vergonzosa medicina curados’.

‘Furiosos son los primeros ímpetus del vencedor’.

‘Así es crueldad perdonar a todos como a ninguno’.

‘Amor de mujer casta, perpetuo es’.

‘Crédulos son todos los que temen’.

‘Refiérense las leves pasiones, y las muy grandes no se pueden referir’.

‘Si quieres no temer ni esperar, da por pasada la vida’.

‘Peor se sufre el menosprecio que el cautiverio’.

‘Pequeños son los deseos de nuestro cuerpo’.

‘Para nuestra avaricia, lo mucho es poco, y para nuestra necesidad, lo poco es mucho’.

‘Lo que a uno puede acontecer, puede acontecer a todos’.

‘Prueba es de buen espíritu tener firmeza’.

‘La aflicción de nuestros amigos nos induce a amarlos más’.

‘No son propios para reinar los ánimos humildes’.

‘Los últimos males en ninguna manera nos descansan’.

‘Algunas veces debemos desechar los grandes pensamientos, y seguir los que las circunstancias nos inspiran’.

‘En lo hondo, no solamente está lo poco, sino también lo peor’.

‘Por rico se puede tener el que con la pobreza bien se aviene’.

‘Nada ofende tanto a nuestra salud como la mudanza de remedios’.

‘El árbol que muchas veces se trasplanta no crece’.

‘Todo lo debemos consultar con el amigo, más primero debemos consultar si lo es’.

‘Tomado un amigo debe dársele crédito y antes de tomarle se le debe juzgar’.

‘No hay bien alguno que nos deleite, si no lo comunicamos’.

‘Largo es el camino de los preceptos para llegar a la sabiduría, y corto el de los ejemplos’.

‘Enseñando aprendemos’.

‘Debemos ponernos por modelo algún varón virtuoso, y pensar que asiste de continuo a nuestras obras’.

‘Todo lo honesto tiene por bajeza el que a su cuerpo demasiado ama’.

‘El sabio nunca provoca la ira del más poderoso, sino procura evitarla’.

‘En muchos conseguir no fue fin de trabajos, sino mudanza de ellos’.

‘Mejor es acabar una vez que ser atormentado muchas’.

‘Con más seguridad seríamos ricos, si conociésemos el poco trabajo que hay en ser pobres’.

‘Grande se puede llamar el que en las riquezas es pobre’.

‘Difícilmente se tiene templanza en lo que se presume ser bueno’.

‘El sabio no debe huir de la vida, sino apartarse de ella’.

‘Aun los muy cobardes hablan con osadía’.

‘El que aconseja que se piense en la muerte, la libertad aconseja’.

‘A unos basta mostrar el remedio, a otros es necesario buscarlo’.

‘En todo lugar se puede vivir virtuosamente’.

‘Ningún virtuoso puede aplacar al pueblo’.

‘Mucha parte de la verdad está por descubrir’.

‘Todo hombre se somete fácilmente a la doctrina de sus naturales’.

‘No podemos evitar las pasiones, pero sí vencerlas’.

‘De grande ánimo es menospreciar grandezas y querer antes la medianía que la sublimidad’.

‘Más seguro es el camino de que se duda’.

‘La buena conciencia entre muchos está segura, y la mala aun estando sola teme’.

‘De ningún testigo deberíamos hacer más caso que de nosotros mismos’.

‘Noble se puede llamar el que por naturaleza es inclinado a la virtud’.

‘No se debe menospreciar la fortuna de alguno cuando el que la menosprecia puede descender a ella’.

‘Más sutileza es dejar ciertas cuestiones que desatarlas’.

‘La virtud que por mucho tiempo se ejercita, persevera’.

‘Obliguemos a nuestra alma a que principie a vivir bien; que después pequeños remedios bastan’.

‘Débese elegir un buen domicilio, útil, no sólo para el cuerpo, sino también para las buenas costumbres’.

‘A los que con armas vencen, los vencen muchas veces los vicios’.

‘Ausentes están algunos, aunque presentes parezcan’.

‘No queda esperanza de remedio cuando los vicios se mudan en costumbres’.

‘No puede la fortuna quitar lo que no dio’.

‘No solamente nos inquieta el golpe, sino también el sonido’.

‘El rico que sin tener cuenta lo es, poco tiempo es rico’.

‘No quiere el enfermo médico elocuente, sino que le sane’.

‘No hay maldad tan grande, que carezca de ejemplos’.

‘La verdad, en todas sus partes lo es’.

‘Para pocos nació el que solamente es útil a las gentes de su tiempo’.

‘Quien de verdad quiere ser bueno, lo será’.

‘Imperar es oficio, y no reino’.

‘Muchos dejan de pecar más por vergüenza que por voluntad’.

‘Aun los deleites son penosos cuando sin consideración se gozan’.

‘Poco importa que seamos acreedores de la fortuna o de los hombres pues lo uno y lo otro es ajeno’.

‘Inútilmente se previene lo que no se puede evitar’.

‘Parte de intemperancia es querer saber más de lo necesario’.

‘Procura en tus estudios no saber más que los otros, mas saberlo mejor’.

‘No se alaban las riquezas porque se codician, sino que se codician porque se alaban’.

‘Por humilde se tiene ya el que con lo necesario se contenta’.

‘Mucha diferencia hay de no querer pecar a no saber’.

‘En menos tiempo se deshacen las cosas que se restauran’.

‘Aunque la edad de algunos fue imperfecta, su vida fue perfecta’.

‘Siempre podemos aprender del hombre eminente, aun cuando calla’.

‘El mayor espacio de la vida es vivir hasta saber’.

‘No conocerás cuando el sabio te es útil, y lo conocerás cuando te haya sido útil’.

‘Una parte de la virtud consiste en la teoría, y otra en la práctica’.

‘A vicios leves, pequeños remedios bastan’.

‘Nunca se tiene un vicio solo’.

‘Castigo es la maldad de sí misma’.

‘El que llamas muerto, no murió, mas partió primero’.

‘Cada día debemos juzgarlo una nueva vida’.

‘Menos nos duele la desgracia cuando testigos hay’.

‘En los hombres grandes no es menos provechosa la memoria que la presencia’.

‘Un perverso perjudica a otro perverso, y los útiles son buenos a los útiles’.

‘Con mayor tormento se conserva la hacienda que se adquiere [cuesta más mantenerla que ganarla]’.

‘Trabajos nos dan quien grandezas nos promete’.

‘En poco se tiene, después de alcanzado, lo que antes se estimaba mucho’.

‘Todo lo que por arte se hace, es más incierto y desigual que lo que naturaleza reparte’.

‘En ninguno puede haber vicio, sino en el que puede haber virtud’.

‘No hay hombre más desdichado que el que nunca probó la adversidad’.

‘Menos teme los peligros el que más veces los venció’.

‘Natural es en todo hombre la piedad, mas en el príncipe es más honrosa’.

‘Muy amable es la vida, cuando todos la desean’.

‘Más veces se comete lo que más veces se castiga’.

‘Así infaman al príncipe muchos castigos, como muchas muertes al médico’.

‘No va en más nuestro acertar, que en no imitar al pueblo’.

‘Igual es el número de los envidiosos al de los aduladores’.

‘La virtud ni causa hastío ni arrepentimiento’.

‘El deleite no es premio ni causa de virtud, sino accesorio provecho suyo’.

‘El sabio no tiene afición a las riquezas, mas querríalas antes de tener que dejar de tener’.

‘Si te sabes aprovechar de la vida, larga es’.

‘No hace solamente la guerra el que se halla en el campo’.

‘Nunca nos avergüence si la obra es buena’.

‘Solamente del tiempo es loable la avaricia’.

‘El buen capitán no ha de confiar tanto en la paz, que no se aperciba para la guerra’.

‘Antes nos faltarán lágrimas que causa para verterlas’.

‘Por venganza tiene el magnánimo, haber podido vengarse’.