Leonardo-da-Vinci

Leonardo, a quien la posteridad conoció sobre todo como pintor (la Virgen de las Rocas, Cena, Mona Lisa, Anna Selbdritt, etc.), se dedicó a lo largo de su vida a la ingeniería, a la decoración de exteriores y a la investigación sobre la naturaleza. Pero su nombre va unido hoy al arte y a la técnica. Leonardo se avecindó posiblemente a partir de 1470 en Venecia, recibió su educación artística de 1472 a 1476 de A. del Verrocchio y estuvo entre 1482 y 1499 al servicio de Ludovico Sforza en Milán como pintor ingeniero. Vivió, tras cortas permanencias en Mantua y Venecia, entre 1500 y 1506 de nuevo en Florencia y regresó a Milán en 1506. Fue allí donde, en 1507, fue nombrado peintre et ingénieur de Luis XII de Francia; tras una residencia en Roma a partir de 1513, se trasladó en 1517, por invitación del rey Francisco I —que lo llamaba gran filósofo— a Cloux (junto a Amboise), don-de murió en 1519.

Selección de Frases:

Nada nos engaña tanto como nuestro propio juicio.

Aquel que más posee, más miedo tiene de perderlo.

La pintura es poesía muda; la poesía pintura ciega.

La naturaleza benigna provee de manera que en cualquier parte halles algo que aprender.

Cuando la fortuna viene, tómala a mansalva y por delante, pues por detrás es calva.

Si una persona es perseverante, aunque sea dura de entendimiento, se hará inteligente; y aunque sea débil se transformará en fuerte.

El que no valora la vida no se la merece.

Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte.

Reprende al amigo en secreto y alábalo en público.

Quien de verdad sabe de qué habla, no encuentra razones para levantar la voz.

Los que se enamoran de la práctica sin la teoría son como los pilotos sin timón ni brújula, que nunca podrán saber a dónde van.

He ofendido a Dios y a la humanidad porque mi trabajo no tuvo la calidad que debía haber tenido.

Verdaderamente, el hombre es el rey de los animales, pues su brutalidad supera a la de éstos.

Así como el hierro se oxida por falta de uso, también la inactividad destruye el intelecto.

Mientras pensaba que estaba aprendiendo a vivir, he aprendido cómo morir.

La necesidad es maestra y tutora de la naturaleza. Es su tema y la fuente de sus invenciones, su freno y su regla perpetua.

Mal haces si alabas, y peor si reprendes una cosa que no entiendes bien.

Si quieres saber lo que a uno deleita, sin necesidad de que te lo diga, háblale de diversos asuntos, y cuando lo observes escuchando atento, sin bostezos ni fruncimiento de cejas, ni otros signos semejantes, puedes estar seguro de que la cosa de que hablas es la que le deleita.

Es imposible amar algo ni odiar algo, sin empezar por conocerlo.

El renombre del rico termina con su vida; se recuerda el tesoro, pero no al atesorador.

He aquí una cosa que rechazamos cuanto más la necesitamos: el consejo. De mala gana lo escucha quien más lo necesitaría, a saber: el ignorante.

¡Oh, miseria humana, a cuántas cosas te sometes por el dinero!

No siempre es bueno lo que es bello… Ejemplo de este error dan los que hablan con elegancia, pero sin doctrina.

Pide consejo al que sabe corregirse a sí mismo.

El mal que no me perjudica es como el bien que no me aprovecha.

Si una persona es perseverante, aunque sea dura de entendimiento, se hará inteligente; y aunque sea débil se transformará en fuerte.

Si es posible, se debe hacer reír hasta a los muertos.

Todo lo que hay de bello en el hombre pasa y no dura.

La verdad es de tal excelencia que, cuando elogia pequeñas cosas, las ennoblece.

Si encontráis a un hombre virtuoso y bueno, no lo apartéis de vosotros; honradlo para que no tenga que huir de vosotros y refugiarse en desiertos o cavernas u otros lugares solitarios, lejos de vuestras insidias; miradlos como a dioses terrestres, merecedores de estatuas y simulacros.

El hombre posee gran razonamiento, pero en su mayor parte vano y falso; los animales lo tienen menor, pero útil y verídico, y más vale una pequeña certeza que un gran engaño.

Los ambiciosos que no se contentan con el beneficio de la vida y la belleza del mundo, tienen por castigo el no comprender la vida y el quedar insensibles a la utilidad y belleza del universo.

La rebeldía es hija de la experiencia.

La desigualdad es el origen de todos los movimientos locales.

Muchas personas, después de haber encontrado el bien, buscan todavía, y encuentran el mal.

No se puede poseer mayor gobierno, ni menor, que el de uno mismo.

Nuestras mayores tonterías pueden ser muy sabias.

Los hombres correrán tras la cosa que más temen, es decir, que serán miserables por temor a la miseria.

Llegará un día en que los hombres como yo, verán el asesinato de un animal como ahora ven el de un hombre.

Quien no castiga el mal, ordena que se haga.

La belleza perece en la vida, pero es inmortal en el arte.