‘PGoetheesa las opiniones, no las cuentes’.

‘En las discusiones prolongadas se pierde la verdad’.

‘El que decide un caso sin oír a la otra parte, aunque decida justamente no puede ser considerado justo’.

‘La buena suerte libra a muchos de su castigo, pero a nadie del miedo’.

‘Cuando una parte del todo cae, lo demás no está seguro’.

‘Natural es que nos causen mayor admiración las cosas nuevas que las grandes’.

‘El que se vanagloria de su linaje, alaba lo ajeno’.

‘Pequeña es el alma de aquel a quien cosas terrenas debilitan’.

‘El hombre yerra tanto como lucha’.

‘Yo soy el espíritu que siempre niega’.

‘Le diría al instante. ¡Permanece, eres tan hermoso!’.

‘Una vida sin propósito es una muerte prematura’.

‘En la contención es donde primero se muestra el Maestro’.

‘Todo lo transitorio es sólo una imagen’.

‘El eterno femenino nos atrae hacia lo alto’.

‘Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil’.

‘Afortunadamente, el hombre sólo puede comprender un cierto grado de desgracia; más allá de este grado, la desgracia le aniquila o le deja indiferente’.

‘Al envejecer, el hombre construye su rostro y la mujer lo destruye’.

‘Alegría y amor son las alas para las grandes promesas’.

‘Amigo mío, todas las teorías son grises; solamente está lozano el árbol dorado de la vida’.

‘Antes pensarlo, después lanzarse’.

‘Apenas se entra en sociedad se quita la llave del corazón, escondiéndola en el bolsillo; los que dejan la llave puesta son cortos de entendimiento’.

‘Apenas se habla y ya se está uno equivocando’.

‘Aprovechad el tiempo que vuela tan aprisa, el orden os enseñará a ganar tiempo’.

‘Aquellos que ven en cada desilusión un estímulo para mayores conquistas, ésos poseen el recto punto de vista para con la vida’.

‘¡Artista!, ¡Plasma!, ¡No hables!’.

‘Asombro: lo más elevado que puede llegar el hombre’.

‘El aburrimiento es una mala hierba, pero también una especia que hace digerir muchas cosas’.

‘El amor es el único juego que pierdes, simplemente por rehusarte a jugarlo’.

‘El amor es una cosa ideal; el matrimonio, una cosa real; la confusión de lo real con lo ideal jamás queda impune’.

‘El amor y el deseo son las alas del espíritu de las grandes hazañas’.

‘El Arte es el medio más seguro de aislarse del mundo así como de penetrar en él’.

‘El cobarde sólo amenaza cuando está a salvo’.

‘El día es excesivamente largo para quien no lo sabe apreciar y emplear’.

‘El espíritu humano avanza de continuo, pero siempre en espiral’.

‘El hombre se cree siempre ser más de lo que es, y se estima menos de lo que vale’.

‘El hombre sordo a la voz de la poesía es un bárbaro, sea quien sea’.

‘El mal está sólo en tu mente y no en lo externo. La mente pura siempre ve solamente lo bueno en cada cosa, pero la mala se encarga de inventar el mal’.

‘El más cercano a la perfección es quien, con penetrante mirada, se declara limitado’.

‘El más pequeño cabello proyecta su sombra’.

‘El órgano con el que he comprendido el mundo ha sido el ojo’.

‘El perro, si está bien educado, se equipara incluso a un hombre sabio’.

‘El que quiera tener razón y habla solo, de seguro logrará su objetivo’.

‘El que sabe aprovechar la ocasión, ese es el hombre oportuno’.

‘El talento se educa en la calma, y el carácter en la tempestad’.

‘El talento se nutre en la soledad; el carácter se forma en las oleadas tormentosas de mundo’.

‘El único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada’.

‘El verdadero hombre ama como a un verdadero hombre le corresponde. Dedica la mayor parte de su tiempo al trabajo, y al amor el tiempo que le sobra’.

‘En cualquier ser siento al hombre, al dios, al gusano, al loco, al humano eternamente parecido a mí’.

‘En un momento dado de la vida, morimos sin que nos entierren. Se ha cumplido nuestro destino. El mundo está lleno de gente muerta, aunque ella lo ignore’.

‘Es gran virtud del hombre sereno oír todo lo que censuran contra él, para corregir lo que sea verdad y no alterarse por lo que sea mentira’.

‘Es por consiguiente, lo mejor tener el mayor conocimiento posible de los objetos al observarlos, y de nosotros mismo al reflexionar sobre ellos’.

‘Es preciso haber encontrado una cosa para saber dónde está’.

‘Es preferible la injusticia al desorden’.

‘Ésta es la última conclusión de la sabiduría: la libertad y la vida se merecen si se las conquista todos los días’.

‘Estamos aquí para tornar imperecedero lo perecedero; y esto puede suceder sólo si se saben valorar ambas cosas’.

‘Estar preocupado es ser inteligente, aunque de modo pasivo. Sólo los tontos carecen de preocupaciones’.

‘Feliz el que reconoce a tiempo que sus deseos no van de acuerdo con sus facultades’.

‘Hablamos demasiado’.

‘Hay dos poderes pacíficos: el derecho y la astucia’.

‘Hay hombres que ni siquiera se equivocan, porque no se proponen nada razonable’.

‘Hay quien cree contradecirnos cuando no hace más que repetir su opinión sin atender a la nuestra’.

‘Haz sólo lo que sea justo, lo demás vendrá por sí solo’.

‘Toda palabra dicha despierta una idea contraria’.

‘Todo aquel que aspire al poder, ya ha vendido su alma al diablo’.

‘Todo comienzo tiene su encanto’.

‘Todo el mundo puede conocer cuándo me equivoco, pero no cuándo miento’.

‘Todo se soporta en la vida, con excepción de muchos días de continua felicidad’.

‘Todo es soportable en esta vida, excepto la sucesión prolongada de días prósperos’.

‘Todo lo que sucede es sólo una parábola’.

‘Todo nace y pasa según la ley; más sobre la vida del hombre, este precioso tesoro, impera una suerte inestable’.

‘Todo nos falta cuando nos faltamos a nosotros mismos’.

‘Todos los días deberíamos oír un poco de música, leer una buena poesía, contemplar un cuadro hermoso y si es posible, decir algunas palabras sensatas’.

‘Todos vivimos del pasado y nos vamos a pique con él’.

‘Tu tendencia constante es la de dar forma poética a la realidad; los otros pretenden dar realidad a lo que se supone poético, a lo imaginativo, y así no resulta más que materias inexpresivas’.

‘El hombre feliz es aquel que siendo rey o campesino encuentra la paz en su hogar’.