Dostoyevski

‘Para la mujer, toda reforma, toda salvación de cualquier clase de ruina y toda renovación moral, está en el amor’.

‘Después de un fracaso, los planes mejor elaborados parecen absurdos’.

‘Hermanos, no temáis al pecado de los hombres; amad al hombre aún en su pecado, pues un tal amor aseméjase a Dios’.

‘Los celosos son los primeros que perdonan, todas las mujeres lo saben’.

‘Creo en la vida eterna en este mundo, hay momentos en que el tiempo se detiene de repente para dar lugar a la eternidad’.

‘Y le apena a uno que esa instantánea belleza se haya marchitado de manera tan rápida e irrevocable, que haya brillado tan engañosa e ineficazmente ante uno; le apena el que ni siquiera hubiese tiempo bastante para enamorarse de ella…’.

‘Cuando digo que mira, miento. No mira, sino que contempla distraídamente. De modo que quizá sólo fugazmente, casi sin querer, puede ocuparse de lo que le rodea’.

‘En dos segundos me ha hecho usted feliz para siempre. Si, feliz. Quien sabe, quizá me ha reconciliado conmigo mismo, quizá ha resuelto mis dudas… quizá hay también para mi minutos así…’.

‘El castillo de sus ilusiones se ha venido sin estrépito, sin dejar rastro, se ha esfumado como un sueño; y él ni siquiera se percata de que ha estado soñando’.

‘Me acosan unos pensamientos tan extraños y unas sensaciones tan lúgubres, se agolpan en mi cabeza unas preguntas tan confusas, que no me siento ni con fuerzas ni con deseos de contestarlas. No seré yo quien ha de resolver todo esto’.

‘¿Y ya con que voy a soñar, cuando he sido tan feliz despierto?’.

‘Nadie era tan fácil de engañar como ella entonces, porque en momentos así todos escuchamos con alegría cualquier palabra de consuelo y nos contentamos con una sombra de justificación’.

‘… Pero ya sabe usted que quien ama no recuerda largo tiempo el agravio’.

‘La obra maestra es un hijo que no se bautiza hasta después de la muerte del padre’.

‘Sólo por el respeto de sí mismo se logra el respeto de los demás’.

‘Los libros son mi aliento, mi vida y mi futuro’.

‘El hombre teme la muerte porque ama la vida’.

‘Un ser que se acostumbra a todo; tal parece la mejor definición que puedo hacer del hombre’.

‘El secreto de la existencia humana está no sólo en vivir, sino también en saber para qué se vive’.

‘¡Cuán bueno hace al hombre la dicha! Parece que uno quisiera dar su corazón, su alegría. ¡Y la alegría es contagiosa!’.

‘Cuando reconozco a un hermano en mi prójimo, sólo entonces soy hombre’.

‘El deseo es una manifestación de toda la vida humana, y aunque en esta manifestación nuestra vida revela a menudo toda su miseria, sigue siendo vida y no la mera extracción de una raíz cuadrada’.

‘El grado de civilización de una sociedad se mide por el trato a sus presos’.

‘El hombre debe ganar su felicidad mediante el sufrimiento: es la ley de la tierra’.

‘El hombre todo lo hace con algún designio’.

‘En nuestro planeta sólo podemos amar sufriendo y a través del dolor. No sabemos amar de otro modo ni conocemos otra clase de amor’.

‘En toda mi vida he visto a un hombre más tímido; es tímido hasta la estupidez, y él lo sabe, naturalmente, porque de estúpido no tiene nada’.

‘Es la incertidumbre lo que le encanta a uno, todo se hace maravilloso en la bruma’.

‘Es la muerte del salvador, lo que salva’.

‘Es mejor el hombre que confiesa francamente su ignorancia, que quien finge con hipocresía’.

‘Es muy fácil vivir haciendo el tonto. De haberlo sabido antes me habría declarado idiota desde mi juventud, y puede que a estas fechas hasta fuera más inteligente. Pero quise tener ingenio demasiado pronto, y heme aquí ahora hecho un imbécil’.

‘Hasta la misma fantasía tiene sus límites’.

‘¡Hay gentes a quienes damos las gracias sólo por haberse atravesado en nuestro camino!’.

‘La iniciativa debe partir de los hombres de talento’.

‘La pobreza y la miseria forman al artista’.

‘La razón es sólo la razón y satisface únicamente la capacidad del hombre de razonar, mientras que el deseo es la manifestación de toda la vida humana, incluyendo la razón y todos los cosquilleos’.

‘No emprendas nada en serio en un arrebato’.

‘Quien ama los hombres, ama también su alegría’.

‘Se me figura que hasta ahora me ha mirado como aquella emperatriz de la antigüedad que se desnudaba delante de su esclavo, pues no veía en él a una persona’.

‘Si podemos formularnos la pregunta: ¿soy o no soy responsable de mis actos?, significa que sí lo somos’.

‘Si Dios no existe, todo está permitido; y si todo está permitido la vida es imposible’.

‘Sólo temo una cosa: no ser digno de mis sufrimientos’.

‘Sufrir y llorar significa vivir’.

‘Un corazón generoso puede amar por compasión’.

‘Un momento de dicha, ¿no es bastante para una vida entera?’.

‘Ve a casa y no pienses en lo que te he dicho a propósito de la crítica. Yo no la temo, pues es ella la que está en una situación crítica. Me bastará con ser sabio y virtuoso para colocarme inmediatamente en el pedestal’.

‘Yo no puedo callar cuando el corazón me da gritos’.

‘En definitiva ¿cuál es el tema del que mas le gusta hablar a una persona honrada? De sí mismo, por supuesto’.

‘ Las quejas representan el placer del que sufre, pues si no gozara no gemiría’.

‘Es claro que mis bromas son de muy mal gusto, impropias y confusas; revelan mi inseguridad… ¿Como puede respetarse a un hombre con mi lucidez de percepción?’.

‘Los hombres aman los razonamientos abstractos y las sistematizaciones bien elaboradas, al punto de que no les molesta deformar la verdad; cierran los ojos y los oídos a todas las pruebas que los contradicen con tal de sustentar sus construcciones lógicas’.

‘ Un hombre siempre y en todas partes, elige actuar como se le antoja y no como le dicen la razón y sus interesas; puesto que es muy probable que sienta deseos de actuar contra sus intereses’.

‘Pues cuando el deseo se combina con la razón, en lugar de desear, razonamos. En ese supuesto, resultará paradójico conservar la razón y desear algo insensato, es decir, nocivo’.

‘Claro que las hormigas son distintas. Tienen una obra de ingeniería maravillosa y perdurable en la cual trabajar: el hormiguero’.

‘Si hay amor puede prescindirse de la felicidad. La vida es buena, inclusive con penas’.

‘Donde no hay amor, tampoco hay razón’.

‘Amar significaba tiranizar y dominar… El amor es una lucha que empieza con odio y termina con el sometimiento del objeto amado’.

‘El hombre se complace en enumerar sus pesares, pero no enumera sus alegrías’.

‘El verdadero dolor, el que nos hace sufrir profundamente, hace a veces serio y constante hasta al hombre irreflexivo; incluso los pobres de espíritu se vuelven más inteligentes después de un gran dolor’.