Benjamin-Franklin

Político, científico e inventor estadounidense. Estudioso de la electricidad y de cuanto atrajo su interés, inventor del pararrayos y de otros útiles artefactos, honesto y eficiente hombre público y destacado artífice de la independencia de los Estados Unidos, Benjamin Franklin fue acaso el personaje más querido de su tiempo en su país y el único americano de la época colonial británica que alcanzó fama y notoriedad en Europa.

Benjamin fue el decimoquinto hijo de un total de diecisiete hermanos (cuatro medios hermanos de padre y el resto hermanos de padre y madre).  Hijo de Josiah Franklin (1656-1744) y de su segunda esposa Abiah Folger. Su formación se limitó a estudios básicos en la South Grammar School, y apenas hasta los diez años de edad. Primero trabajó ayudando a su padre en la fábrica de velas y jabones de su propiedad. Tras buscar satisfacción en otros oficios (marino, carpintero, albañil,tornero), a los doce años empezó a trabajar como aprendiz en la imprenta de su hermano, James Franklin. Por indicación de éste, escribe sus dos únicas poesías, ‘La tragedia del faro’ y ‘Canto de un marino’, cuando se apresó al famoso pirata Edward Teach, también conocido como ‘Barbanegra’.

SELECCIÓN DE FRASES:

 ‘Tres pueden guardar un secreto si dos de ellos están muertos’.

‘Nunca ha habido una buena guerra ni una mala paz’.

‘En este mundo no se puede estar seguro de nada, salvo de la muerte y de los impuestos’.

‘El hombre es un animal que hace herramientas’.

‘Nada proporciona tanto placer a un autor como el encontrar sus propios trabajos respetuosamente citados por otros doctos autores’.

‘Más vale estar solo que mal acompañado’.

‘Quien tiene paciencia, obtendrá lo que desea’.

‘Ten tus ojos bien abiertos antes del matrimonio; y medio cerrados después de él’.

‘El camino hacía la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro’.

‘Donde se celebra matrimonio sin amor, habrá amor sin matrimonio’.

‘Los hombres son criaturas muy raras: la mitad censura lo que ellos practican, la otra mitad practica lo que ellos censuran; el resto siempre dice y hace lo que debe’.

‘El que compra lo superfluo, pronto tendrá que vender lo necesario’.

‘La ociosidad, como el moho, desgasta mucho más rápidamente que el trabajo’.

‘Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y corrompido, escribe cosas dignas de leerse, o haz cosas dignas de escribirse’.

‘El hombre descontento no encuentra silla cómoda’.

‘Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano’.

‘Invertir en conocimientos produce siempre los mejores intereses’.

‘Sólo el hombre íntegro es capaz de confesar sus faltas y de reconocer sus errores’.

‘De aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero’.

‘Nada existe más dulce que la miel. Excepto el dinero’.

‘La pereza viaja tan despacio que la pobreza no tarda en alcanzarla’.

‘Guárdate de los gastos menudos; una pequeña grieta puede hundir un barco’.

‘Un villano en pie es más grande que un hidalgo de rodillas’.

‘Si quieres conocer el valor del dinero, trata de pedirlo prestado’.

‘Ninguna nación fue arruinada jamás por el comercio’.

‘Toma consejo del vino, pero decide después con agua’.

‘Amo la casa en la cual no veo nada superfluo y encuentro todo lo necesario’.

‘La llave que se usa constantemente reluce como plata: no usándola se llena de herrumbre. Lo mismo pasa con el entendimiento’.

‘No hay mejor predicador que la hormiga, que no dice nada’.

‘Los hombres conocen antes la necesidad de curar sus enfermedades que sus errores’.

‘El mejor médico es el que conoce la inutilidad de la mayor parte de las medicinas’.

‘Las puertas de la sabiduría nunca están cerradas’.

‘Las tres cosas más difíciles en este mundo son: guardar un secreto, perdonar un agravio y aprovechar el tiempo’.

‘Es contrario a las buenas costumbres hacer callar a un necio, pero es una crueldad dejarle seguir hablando’.

‘Come para satisfacerte, pero vístete para satisfacer a los demás’.

‘Si el tiempo es lo más caro, la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches’.

‘Si queréis ser ricos no aprendáis solamente a saber cómo se gana, sino también cómo se ahorra’.

‘El hombre no nace del todo hasta que muere’.

‘Si sabes cómo gastar menos de lo que ganas, has encontrado la piedra filosofal’.

‘En su propio país un genio es como el oro oculto en mina’.

‘El que vive de esperanzas, muere de sentimiento’.

‘Donde mora la libertad, allí está mi patria’.

‘Cada cosa tenga su lugar; cada negocio, su tiempo’.

‘Quienes son capaces de renunciar a la libertad esencial a cambio de una pequeña seguridad transitoria, no son merecedores ni de la libertad ni de la seguridad’.

‘La alegría es piedra filosofal que todo lo convierte en oro’.

‘Es más costoso alimentar un vicio que criar dos hijos’.

‘Si quieres ser amado, ama y sé amable’.

‘No hagas ningún gasto como no sea para hacer bien a los demás o a ti mismo, es decir, no desperdicies nada’.

‘Resuélvete a hacer lo que debes, y haz sin falta lo que hayas resuelto’.

‘Las leyes demasiado benignas rara vez son obedecidas; las demasiado severas, rara vez ejecutadas’.

‘El que vive de esperanzas corre el riesgo de morirse de hambre’.

‘Si el hombre alcanzara la mitad de los deseos que tiene, redoblaría sus inquietudes’.

‘Los locos dan festines y los cuerdos son los convidados’.

‘En la escuela de la experiencia las lecciones cuestan caras, pero solamente en ellas se corrigen los insensatos’.

‘El sabio consigue más ventajas por sus enemigos que el necio por sus amigos’.

‘No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy’.

‘El que está enamorado de sí mismo no tendrá rivales’.

‘La vanidad es un mendigo que pide con tanta instancia como la necesidad, pero mucho más insaciable’.

‘El hambre pasa por delante de la casa del hombre laborioso, pero no se atreve a entrar en ella’.

‘El que quiera prosperar en sus negocios hágalos por sí mismo, y si quiere que todo le salga mal, no tiene más que confiarlos a manos ajenas’.

‘El ruido de tu martillo a las cinco de la mañana, o a las nueve de la noche, si lo oye tu acreedor, le deja tranquilo para seis meses más’.

‘Lo que empieza en cólera termina en vergüenza’.

‘Por un clavo se perdió una herradura, por ésta un caballo, y por éste el jinete, que fue capturado y muerto por el enemigo’.

‘El hombre débil teme la muerte; el desgraciado la llama; el valentón la provoca y el hombre sensato la espera’.

‘El desorden almuerza con la abundancia, cena con la pobreza y se acuesta con la muerte’.

‘No hay inversión más rentable que la del conocimiento’.

‘Carecer de libros propios es el colmo de la miseria’.

‘Un padre es un tesoro, un hermano es un consuelo: un amigo es ambos’.

‘La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días’.

‘Presta dinero a tu enemigo y lo ganarás a él; préstalo a tu amigo y lo perderás’.

‘La paz y la armonía constituyen la mayor riqueza de la familia’.

‘La oxidación por falta de uso gasta mucho más las herramientas que el propio trabajo’.

‘No perdáis una hora, porque no estáis seguros de un minuto’.

‘Quien quiera ver prosperar sus negocios, consulte a su mujer’.

‘El primer error que se comete en los negocios públicos es consagrarse a ellos’.

‘Yo creo que el mejor medio de hacer bien a los pobres no es darles limosna, sino hacer que puedan vivir sin recibirla’.

‘La honradez reconocida es el más seguro de los juramentos’.

‘La necesidad nunca hizo buenos negocios’.

‘La peor decisión es la indecisión’.

‘Si haces lo que no debes, deberás sufrir lo que no mereces’.

‘Es mejor acostarse sin cenar que levantarse con deudas’.

‘No cambies la salud por la riqueza, ni la libertad por el poder’.

‘El corazón del loco está en la boca; pero la boca del sabio está en el corazón’.

‘Hay tres amigos fieles; una esposa anciana, un perro viejo y dinero contante y sonante’.

‘¡Arriba, haragán! ¡No desperdicies la vida! Ya dormirás bastante en la sepultura’.

‘Dime algo y lo olvidaré, enséñame algo y lo recordaré, hazme partícipe de algo y lo aprenderé’.

‘Vacía tu bolsillo en tu mente, y tu mente llenará tu bolsillo’.

‘Recuerda que el tiempo es dinero’.

‘Si amas la vida economiza el tiempo, porque de tiempo se compone la vida’.

‘Tómate tiempo en escoger un amigo, pero sé más lento aún en cambiarlo’.