Autoexploración

AutoexploraciónLa función de la mente es explorar y comprender.  Sin esta exploración dentro de nosotros mismos, sin esta profunda percepción alerta, no puede haber comprensión.  A menudo nos complacemos en la estupidez de criticar a otros, pero pocos somos capaces de explorar profundamente dentro de nosotros mismos.  La función de la mente no es sólo explorar, sondear, sino también estar en silencio.  En el silencio hay comprensión.  Estamos siempre explorando, pero raramente estamos silenciosos; es muy raro que en nosotros haya un estado de alerta, intervalos pasivos de total serenidad.  Exploramos y pronto nos hemos fatigado de ello sin que haya existido el silencio creativo.  Pero la autoexploración es tan esencial para la claridad de comprensión, como lo es el silencio.  Tal como a la tierra se le deja estar en barbecho durante el invierno, así debe el pensamiento permanecer quieto y en silencio después de una búsqueda profunda.  Este estado de barbecho es, en sí, su renovación.  Si ahondamos a fondo dentro de nosotros mismos y estamos quietos, entonces, en esa quietud, en esta apertura, hay comprensión.  ¿Acaso tiene que haber una oportunidad para que estemos silenciosos, quietos?  ¿Debe uno crear la ocasión, el entorno apropiado, para ser pacífico?  ¿Es eso paz, entonces?  Con la correcta exploración llega la quietud correcta.  ¿Cuándo mira uno dentro de sí mismo?  Cuando el problema lo exige, cuando es apremiante.  Pero si usted busca una oportunidad para estar quieto, entonces no está alerta.  La autoexploración llega con el conflicto y el dolor, y para comprender, tiene que existir una receptividad pasiva (15).