Afirmar

La afirmación, supone tener seguridad en uno mismo, conocer y defender los derechos propios al tomar decisiones y la expresar opiniones y sentimientos. La persona sabe interactuar con los demás, haciéndose respetar y respetando.

PALABRAS RELACIONADAS:

  • Autoconfianza: seguridad de poder enfrentarse a las dificultades de la vida y seguir adelante.  Capacidad de una persona de mantener sus decisiones y de defender lo que cree correcto ante el desacuerdo o las presiones ajenas.
  • Autoaceptación: conocimiento y comprensión de las virtudes y defectos propios con un afán de superación personal.
  • Autoestima: valoración que cada uno hace de sí mismo. Cuando es alta, la persona tiene un concepto positivo de sus capacidades y valora sus méritos. Si es baja, se siente insegura y no se aprecia.

INFLUENCIA DE LA INFANCIA: como tantas otras características que configuran la personalidad de una persona, la autoafirmación se configura en la infancia.  Los padres deben fomentar que su hijo desarrolle su propia identidad, educándole en los valores que cimenten su confianza y dejándole adquirir responsabilidades.  Pero algunas actitudes pueden ocasionar que el niño se convierta en alguien inseguro:

  • Proyecciones: los progenitores reflejan en sus hijos sus propios conflictos. Es el caso de un padre del que se burlaron mucho cuando era pequeño y decide proteger al hijo haciendo que desconfíe de los demás y que ataque como defensa.
  • Generalizar una actitud: un error relativamente frecuente es tachar al niño de ‘malo’ cuando he hecho algo mal, lo que le lleva  pensar que siempre será despreciable en sí mismo, haga lo que haga. Lo mismo sucede cuando se le califica de ‘torpe’, ‘tonto’, ‘vago’, etc.
  • Exigir al niño más de lo que puede dar a su edad: pedir a un chico de siete años que estudie ‘porque es bueno para su futuro’ es plantearle una cuestión que no está preparado para entender.

CÓMO SE POTENCIA: se aprende, a través de las siguientes técnicas:

  • Psicología cognitiva: consiste en una reestructuración del pensamiento, sustituyendo las ideas irracionales que nos hacen sentir mal, ridículos o temerosos por otras alternativas que generen  confianza y serenidad.  Para lograrlo, hay que dar los siguientes pasos:
    • Localizar las ideas irracionales: anotar los pensamientos que surgen en las situaciones en que nos sentimos infelices.
    • Analizar estos pensamientos para saber qué idea errónea subyace en ellos.
    • Escoger pensamientos alternativos más realistas.
    • Llevar a la práctica los argumentos racionales elegidos.
  • Habilidades sociales: cuando la mente está libre de las creencias irracionales, conviene perfeccionar la comunicación con los demás para hacer valer nuestros derechos sin ofender a nadie.  Entre las habilidades sociales que podemos aprender están las siguientes:
    • Elogiar antes de criticar: expresar lo bueno y valioso de otras personas.
    • Defender los intereses y derechos propios: decir ‘por favor, no insistas, te he dicho que no quiero hacerlo’, si inventar excusas.
    • Reconocer primero el punto de vista de la otra persona y plantear después nuestros derechos, con frases como: ‘entiendo que andes mal de tiempo y que no me puedas devolver mis apuntes, pero es que los necesito para mañana’.
    • Elevar gradualmente la respuesta asertiva. Si alguien te interrumpe mientras hablas, dile: ‘por favor, déjame terminar’.  Si continúa con su actitud, insiste.
  • Asertividad subjetiva: esta técnica trata de mejorar el manejo de las discusiones, para no acabar siempre gritando. Este es un ejemplo de cómo sería una discusión asertiva:
    • Describir el comportamiento del otro, sin criticarlo: ‘cuando tú no contribuyes al trabajo de la casa…’.
    • Exponer el efecto de ese comportamiento: ‘lo que sucede es que yo tengo que hacerlo todo’.
    • Expresar lo que se siente: ‘entonces, me siento utilizado y sobrecargado’.
    • Manifestar lo que se quiere del otro: ‘preferiría que hiciéramos las cosas de la casa entre los dos’.

¿ACTÚAS CON SEGURIDAD EN TI MISMO?:

  • No tienes dificultades para desenvolverte en las relaciones sociales. Sabes defender tus derechos y respetas las opiniones de los demás.  No intentas dominar a nadie, pero tampoco te sometes a los deseos ajenos.
  • Dispones de los recursos necesarios para enfrentarte de manera asertiva a cualquier situación, pero corres el riego de dejarte arrastrar por la inseguridad.  Tienes cierta tendencia a evitar las relaciones con los demás o a imponerles tus deseos.
  • Los demás te aburren o te ponen tan nervioso que no te apetece relacionarte con ellos.  Piensa que así nadie conocerá lo valioso que eres realmente. Si desarrollas la seguridad en ti mismo y tus habilidades sociales, comprobarás los beneficios de relacionarse con otras personas.

RELACIONES:

  • Tiene un buen nivel de autoestima, no se siente inferior ni superior a los demás. Como se sabe valorar, no tiene que compararse con nadie.
  • Respeta sus derechos y los de los demás.
  • Se relaciona de forma satisfactoria con la gente.  Sabe expresar sentimientos positivos (afecto, admiración) y negativos (insatisfacción, desconcierto).
  • Habla de forma fluida, sin bloqueos, y mira a los ojos de su interlocutor.
  • Es capaz de expresar sus gustos e intereses, de discrepar abiertamente, de pedir aclaraciones, de decir no y de asumir sus errores.
  • Comprende las posturas, sentimientos y demandas del otro.